La escasez persistente de huevos de gallina está causando descontento y preocupación entre las familias cubanas. Su estatus como un alimento básico y fuente vital de proteínas está siendo amenazado, y las cantidades subsidiadas por la canasta familiar normada no son suficientes para cubrir las necesidades del pueblo cubano. Ahora, los huevos de codorniz se están presentando como una alternativa, pero no están exentos de críticas, informa el periódico ‘Granma’.
Codornices: ¿Una solución o un parche temporal?
A pesar de la promoción de los huevos de codorniz como una alternativa alimentaria beneficiosa, los habitantes de Sancti Spíritus tienen opiniones divididas. Si bien los huevos de codorniz están disponibles y son nutritivos, su alto precio de 180 pesos cubanos por 30 huevos es difícil de afrontar, especialmente para los jubilados y aquellos con ingresos bajos.
“El huevo de codorniz no es una solución a largo plazo”, opina Mariselsa García, una residente de Sancti Spíritus. “Son caros y el tamaño es menor, por lo que tienes que consumir más para obtener los mismos nutrientes que un huevo de gallina”.
La estrategia de producción: ¿es realmente una solución?
Según el Dr. Ángel Geovanis Mursulí Fernández, director general de la Empresa Avícola Sancti Spíritus, la producción de huevos de codorniz ha sido un éxito a pesar de las adversidades climáticas. Sin embargo, este éxito puede ser cuestionado. Si bien las codornices requieren menos alimento, su tasa de producción es menor y los huevos son más pequeños, lo que significa que los consumidores deben comprar más para satisfacer sus necesidades nutricionales.
El tamaño de los huevos de codorniz es mucho menor que el de los huevos de gallina. Aunque puede variar dependiendo de la raza y la edad de las aves, en general, se considera que se necesitan alrededor de 3 a 5 huevos de codorniz para igualar el volumen de un huevo de gallina de tamaño medio.
Además, hay que considerar que, aunque se ha logrado un aumento en la producción de huevos de codorniz, este aún no es suficiente para cubrir la demanda de la población. “La producción está aumentando, pero sigue sin satisfacer las necesidades básicas”, comenta García.
A pesar de las promesas de reducir los precios y aumentar la producción, el pueblo cubano sigue siendo escéptico. “Es una solución temporal y costosa a un problema que requiere una solución a largo plazo”, comenta García. “Necesitamos una solución que no sea solo accesible sino también asequible”.
En lugar de depender de soluciones temporales y caras, el gobierno cubano debe centrarse en estrategias a largo plazo para aumentar la producción de alimentos, mejorar la distribución y hacer que los alimentos sean más asequibles para todos. Solo así se puede aliviar la creciente inseguridad alimentaria que está experimentando la población cubana.
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