En medio de un contexto de profunda crisis económica y con una retórica que parece vacía, el gobierno cubano dirigido por Miguel Díaz-Canel, Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) y Presidente de la República, afirma que los tiempos son difíciles pero insiste en no agotarse y seguir luchando.
Aliento vacío y crisis persistente
Durante una reunión de conclusiones en Guantánamo, Díaz-Canel pidió a los cuadros motivar con esperanza, compromiso y responsabilidad. Sin embargo, la realidad muestra que el país se hunde cada vez más en una crisis económica agravada por la inoperancia estatal y el abuso de poder.
Díaz-Canel insiste en que resolver problemas urgentes, como la alimentación, requiere de exigencia y planificación, pero la poca rentabilidad de las empresas y el asfixiante poder estatal impiden ver cambios significativos.
El fracaso de la gestión empresarial
Según Manuel Marrero Cruz, miembro del Buró Político del PCC y Primer Ministro de la República, es urgente una revisión profunda de las estrategias de desarrollo local. La realidad demuestra que estas no reflejan los problemas de los municipios ni las potencialidades para resolverlos.
Además, Marrero Cruz señala que si se aprueban actores económicos y proyectos de desarrollo local que no resuelven los problemas del municipio, entonces estos carecen de valor. Esta falta de eficacia en la gestión empresarial agudiza la crisis económica.
La brecha entre promesas y realidad
A pesar de las promesas de reforma y mejoramiento, la realidad es que persisten inconformidades en la población con la poca presencia de productos agropecuarios en los mercados, un asunto que parece no resolverse en la provincia.
Esta situación es agravada por la evidente brecha entre los precios que se le pagan al productor y los precios abusivos en los mercados y placitas, un hecho que pone de manifiesto el abuso de poder y la falta de gestión efectiva en el país.
Un futuro incierto
A pesar de las promesas de mejoramiento y cambio, el gobierno cubano se hunde en retórica vacía mientras la crisis económica se agrava. La inoperancia estatal, el abuso de poder, la escasa rentabilidad de las empresas y el asfixiante poder estatal solo sirven para profundizar la penuria del pueblo cubano.
El futuro parece incierto para Cuba. Mientras los líderes prometen cambios y reformas, la realidad es que los ciudadanos se enfrentan cada día a una crisis económica que parece no tener fin.
Viceministra de Economía y Planificación reconoce el fracaso de la empresa estatal
Odriozola dejó claro que la reforma del sistema empresarial no puede lograrse sin cambios significativos en su entorno y gestión interna.
