La administración Biden ha enmendado y aclarado varias sanciones existentes contra Cuba para permitir a los empresarios y negocios privados de la isla abrir cuentas bancarias estadounidenses y acceder a la banca en línea. Esta medida pretende “aumentar el apoyo al pueblo cubano”, al tiempo que garantiza que ninguna ayuda llegue al gobierno.
En un artículo publicado por The Washington Post, bajo el título: “La administración Biden suaviza algunas restricciones económicas a Cuba”, Karen DeYoung escribe que las últimas acciones se producen después de que la administración levantara la designación de Cuba como país que no “coopera plenamente” con Estados Unidos en la lucha antiterrorista a principios de este mes. Según altos funcionarios de la administración, estas medidas responden a que Cuba está experimentando el mayor éxodo de su historia, con más de 500.000 migrantes que cruzan a Estados Unidos desde 2021.
Un funcionario de la administración citó las “terribles dificultades” de la economía de Cuba, con el empeoramiento de la escasez de combustible, electricidad y alimentos, como evidencia del fracaso de la capacidad del gobierno comunista para satisfacer las necesidades básicas de sus ciudadanos. Con la relajación de las sanciones, la administración pretende contrarrestar el acercamiento de Cuba a Rusia y China en busca de ayuda económica y fomentar el crecimiento del sector privado y la economía digital en la isla, liderados por el pueblo cubano.
Desde que el gobierno cubano legalizó la creación de pequeñas y medianas empresas privadas en 2021, se han registrado 11.000 empresas privadas en Cuba, que representan un tercio de todo el empleo. Las nuevas regulaciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que excluyen cualquier negocio con vínculos con el gobierno de Cuba o sus servicios de seguridad e inteligencia, permitirán transacciones directas con bancos estadounidenses, facilitando la adquisición de suministros para empresas privadas.
Además del acceso bancario, las empresas estadounidenses podrán proporcionar a las empresas privadas en Cuba servicios de videoconferencia, aprendizaje en línea y servicios basados en la nube.
Sin embargo, el embargo económico de los años sesenta, que Cuba califica de bloqueo, sigue en vigor, junto con varias ampliaciones legislativas posteriores y la designación estadounidense de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo. El ministro cubano de Asuntos Exteriores, Bruno Rodríguez, calificó las nuevas medidas de “limitadas” y criticó que no reviertan el impacto económico del embargo y de la designación de Estado patrocinador.
La designación de patrocinador estatal, realizada por primera vez en 1982 debido al apoyo de Cuba a grupos revolucionarios, fue levantada en 2015 por la administración Obama, pero restablecida por el presidente Donald Trump en enero de 2021. Durante su campaña presidencial de 2020, Biden prometió hacer retroceder la política de Trump hacia Cuba, pero ha dudado en hacer movimientos importantes en medio de otras crisis internacionales y la fuerte oposición de algunos miembros del Congreso y votantes cubanoamericanos en Florida.
La justificación de Trump para el restablecimiento fue el incumplimiento por parte de Cuba de una solicitud de extradición por parte del gobierno derechista de Colombia de líderes de un grupo militante en La Habana para negociaciones de paz. La solicitud fue retirada por el nuevo gobierno de izquierdas de Colombia en 2022, lo que llevó a la administración Biden a retirar la designación de no cooperación.
La designación de Estado patrocinador ha tenido un impacto significativo en la industria turística de Cuba, disuadiendo a los visitantes europeos y de otros países debido a las sanciones impuestas por Estados Unidos en materia de visados y de otro tipo. La relajación de las restricciones impuestas por el gobierno cubano a la empresa privada pretende mejorar la economía y reducir la fuga de cerebros de la isla.
Tras el aumento de los cruces ilegales de fronteras en 2021 y 2022, el gobierno de Biden amplió las oportunidades de entrada legal para los emigrantes y solicitantes de asilo cubanos. Desde principios de 2023, las entradas ilegales han disminuido drásticamente, y la administración permite que unos 20.000 cubanos al mes entren legalmente en Estados Unidos.
La nueva guerra de la propaganda
Por Anne Applebaum
“Incluso en un Estado donde la vigilancia es casi total, la experiencia de la tiranía y la injusticia puede radicalizar a la gente. La ira contra el poder arbitrario siempre llevará a alguien a empezar a pensar en otro sistema, en una forma mejor de dirigir la sociedad”.