La Guardia Costera de Estados Unidos interceptó dos embarcaciones con inmigrantes cubanos que intentaban llegar a Florida y los envió de vuelta a la isla, según informaron el martes las autoridades.
En ambos casos, los inmigrantes iban hacinados en embarcaciones minúsculas inadecuadas para alta mar.
“Según el Título 8, los inmigrantes que lleguen sin autorización serán repatriados y se considerará que no reúnen los requisitos para acceder a las vías legales de inmigración”, declaró en un comunicado el teniente J.G. Nicholas Fujimoto, de la Guardia Costera.
“No arriesguen su vida sólo para ser devueltos”, añadió. “No se hagan a la mar”.
La primera embarcación fue avistada el viernes a unas 12 millas al sur de los Cayos Marquesas, cerca de Cayo Hueso, con 15 cubanos hacinados en un bote, informó la Guardia Costera.
Esos emigrantes fueron recogidos por el buque guardacostas Paul Clark.
El domingo, un buen samaritano avisó a las autoridades de Cayo Hueso de que otra embarcación con emigrantes se encontraba en el océano a unas 26 millas al sur de Marathon, ciudad de los Cayos de Florida.
El buque guardacostas Valiant sacó a ocho cubanos de esa embarcación y los envió a Cuba.
Los migrantes que huyen de la isla socialista siguen desafiando la traicionera travesía marítima entre Cuba y Estados Unidos, y suelen ser interceptados por la Guardia Costera.
El mes pasado, la agencia marítima interceptó a 16 cubanos que intentaban llegar a suelo estadounidense en una desvencijada embarcación casera que apenas podía navegar.
Dos semanas después, fue un crucero de Carnival el que hizo el trabajo.
El Carnival Paradise acababa de zarpar de Tampa cuando avistó a 27 cubanos en apuros a unas 20 millas de la costa de su país natal y los puso a salvo.
Ósip Mandelstam: la destrucción de un poeta
En la noche del 16 al 17 de mayo de 1934, los agentes de la OGPU Guerásimov, Vepríntsev y Zablovski cumplieron una misión en el piso de Mandelstam en Moscú, en el apartamento 26 del número 5 de la calle Nashokinski.