“Los datos de importación de Cuba ponen en duda la explicación oficial de la ‘crisis del combustible’”

En los últimos tiempos, Cuba se ha enfrentado a una grave “crisis del combustible” que ha provocado cortes generalizados de electricidad, la suspensión de torneos deportivos y largas colas en las gasolineras. El gobierno cubano atribuye estos problemas a una combinación de sanciones de Estados Unidos, que han complicado la capacidad de la isla para realizar transacciones financieras y comprar combustible, y una crisis económica cada vez más profunda. Sin embargo, un examen detallado de los datos de importación de combustible de Cuba realizado por los periodistas de Reuters Dave Sherwood y Marianna Parraga presenta una narrativa que pone en duda la explicación oficial proporcionada por las autoridades cubanas.

La respuesta del gobierno a la escasez de combustible ha incluido medidas drásticas como la suspensión indefinida de las ligas deportivas nacionales y una propuesta de quintuplicar los precios del combustible para mitigar la demanda y generar fondos para comprar más combustible. Esta propuesta, sin embargo, se ha retrasado debido a un ciberataque, sin que se haya anunciado una nueva fecha para la subida de precios.

A pesar de las afirmaciones del gobierno de una escasez de combustible debido a presiones externas, los datos sobre las importaciones de combustible de Cuba cuentan una historia diferente. Según un recuento de Reuters, Cuba parece haber recibido suficiente combustible para satisfacer sus demandas. La economía del país requiere aproximadamente 125.000 barriles diarios (bpd) de diversos combustibles. La producción nacional supone unos 40.000 bpd, mientras que las importaciones de Venezuela y México, junto con las recientes compras a Europa, elevan el total a unos 129.000 bpd. Esta cifra supera las necesidades declaradas de la isla, lo que plantea interrogantes sobre la naturaleza de la crisis.

Expertos como Jorge Piñón, de la Universidad de Texas en Austin, sugieren que el verdadero problema no radica en el suministro de combustible, sino en la logística interna, las infraestructuras y, posiblemente, la capacidad de refino. Un importante incendio en 2022 en la principal terminal de almacenamiento de petróleo de Cuba en Matanzas ha agravado estos problemas, obligando al país a depender de terminales más pequeñas y de almacenamiento flotante. La situación se complica aún más por el hecho de que actualmente sólo funciona una refinería, lo que indica que los problemas logísticos y de producción contribuyen significativamente a la escasez de combustible y energía.

La discrepancia entre las explicaciones del gobierno cubano sobre la crisis del combustible y los datos sobre las importaciones de combustible y los problemas de infraestructura obliga a reevaluar la situación. Parece que, aunque factores externos como las sanciones desempeñan un papel, la crisis se debe principalmente a ineficiencias internas y deficiencias de las infraestructuras. Este análisis sugiere que, para que Cuba afronte eficazmente sus retos energéticos, es esencial centrarse en mejorar la logística y las infraestructuras internas.

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