Un nuevo enfoque se impone en las relaciones bilaterales entre Cuba y Estados Unidos, Miguel “Mike” B. Fernández argumenta, en sostiene un artículo de opinión titulado “Transformar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba: De dominar a elevar”, publicado en ‘The Miami Herald’. Fernández destaca las deficiencias del pasado, haciendo hincapié en las consecuencias negativas de la dominación bilateral y en la urgente necesidad de priorizar el bienestar y la calidad de vida del pueblo cubano.
Levantar al pueblo cubano: Un objetivo compartido
Fernández argumenta que la incapacidad del gobierno cubano para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos, junto con el enfoque del gobierno de EE.UU. en socavar el régimen en lugar de ayudar al pueblo, ha perpetuado el sufrimiento entre los 11 millones de ciudadanos cubanos. Propone un cambio de enfoque, abogando por el apoyo y la potenciación del emergente sector privado como medio para restaurar la esperanza y allanar el camino hacia un futuro mejor para Cuba.
Promover el compromiso con el sector privado cubano
El autor sugiere que Estados Unidos tiene la oportunidad de fomentar un cambio positivo comprometiéndose y colaborando activamente con el emergente sector privado cubano. De este modo, se puede mejorar la estabilidad regional y aprovechar el vasto potencial del espíritu emprendedor de los cubanos. Además, este enfoque puede contribuir a reducir el número de inmigrantes cubanos que llegan a la frontera sur, abordando una preocupación acuciante para ambos países.
Reconocer la emergencia del sector privado cubano
Fernández destaca el importante cambio que se está produciendo en el gobierno cubano, que se ha visto obligado a aceptar la realidad de su fragilidad económica. Como resultado, ha surgido un sector privado que presenta una alternativa viable a una estrategia punitiva. El autor afirma que Estados Unidos, con sus conocimientos técnicos y recursos de capital, puede proporcionar un apoyo crucial a este sector privado, capacitándolo para convertirse en un catalizador de cambios positivos en Cuba.
El potencial del sector privado cubano
El artículo de opinión subraya el potencial del sector privado cubano para transformar el panorama económico del país. Reorientando los esfuerzos hacia el apoyo a la iniciativa empresarial, las pequeñas empresas y la inversión extranjera, se puede cultivar un entorno de independencia económica para los cubanos. Fernández sostiene que este cambio de enfoque no sólo capacita económicamente a los individuos, sino que también infunde esperanza en un futuro mejor, disuadiendo así la emigración a gran escala y la fuga de cerebros.
Cooperación para el bienestar de los individuos
El autor reconoce un objetivo común compartido por Estados Unidos, la diáspora cubana y la propia Cuba: la mejora de la vida de los cubanos. A pesar de los desacuerdos políticos que persisten, Fernández aboga por dar prioridad al bienestar de los individuos. Es esencial cambiar la narrativa de la confrontación a la cooperación. Adoptando este enfoque cooperativo, Estados Unidos puede desempeñar un papel significativo en la revitalización de la economía cubana y en el restablecimiento de su estatus como la perla de las Antillas.
El camino hacia la estabilidad y la prosperidad
Fernández reconoce que Cuba se enfrenta actualmente a retos económicos e incertidumbres políticas. Para asegurar un futuro estable, el pueblo cubano necesita esperanza y razones tangibles para quedarse y contribuir al crecimiento de su país. Apoyar al sector privado y proporcionar los medios para la independencia financiera y la prosperidad son pasos cruciales en este proceso.
Superar el aislamiento y la dominación
El autor concluye afirmando que la política estadounidense de aislamiento y dominación hacia Cuba no ha dado los resultados deseados. En su lugar, aboga por abrazar y potenciar el sector privado cubano, que no sólo contribuye a la seguridad fronteriza sino que también proporciona oportunidades tangibles para que el pueblo cubano prospere. Al reconstruir la economía de la isla y restaurar su posición como nación próspera en las Américas, puede forjarse el camino hacia una Cuba futura.
En su artículo de opinión, Miguel “Mike” B. Fernández ofrece un argumento persuasivo para transformar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba dando prioridad al bienestar y el empoderamiento del pueblo cubano.
A través del compromiso con el sector privado cubano, se puede lograr la estabilidad regional, la independencia económica y un futuro más brillante. Adoptando este enfoque cooperativo, Estados Unidos puede desempeñar un papel fundamental en la revitalización de la economía cubana y contribuir al bienestar de sus ciudadanos.
Las ideas de Fernández ofrecen una perspectiva, ya asumida por el diario ‘The Miami Herald’ en artículos anteriores, sobre el potencial de cambio positivo en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba y la transformación de Cuba en una nación próspera una vez más.
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