El Real Madrid, que la temporada pasada se quedó a las puertas de la Liga de Campeones y de la máxima categoría del fútbol español, se ha recuperado con fuerza para aspirar a ambas.
El equipo de Carlo Ancelotti se impuso el miércoles en la tanda de penales al Manchester City, vigente campeón de Europa, y se clasificó para semifinales. Además, aventaja en ocho puntos al Barcelona en la Liga, antes del Clásico del domingo.
Los blancos esperan cerrar el fichaje de Kylian Mbappe, un objetivo a largo plazo, y las próximas semanas prometen ser apasionantes.
La resistencia del Madrid en Manchester, donde el equipo de Pep Guardiola dominó el partido (1-1, 4-4 en el global), significa que puede ampliar su récord de 14 victorias en la Liga de Campeones, con el Bayern de Múnich a la vuelta de la esquina en semifinales.
En medio de la euforia del Barcelona al final de la temporada pasada, cuando conquistó la Liga, el Madrid analizó sus puntos débiles y actuó para superarlos.
El Madrid ha fichado a Jude Bellingham, un refuerzo para un equipo que fue desarbolado por el Manchester City en las semifinales de la Liga de Campeones de la temporada pasada.
El internacional inglés ha sustituido al delantero Karim Benzema en la alineación y, aunque Ancelotti le ha dado un papel ofensivo, aporta al Madrid más equilibrio defensivo cuando no tiene la posesión del balón.
Esta temporada la historia fue diferente en el Etihad Stadium, donde el Madrid se atrincheró y se mantuvo firme para forzar los penaltis y meterse en la final a cuatro.
“Hemos demostrado la actitud y el compromiso que exige esta camiseta”, dijo Ancelotti.
“Esta es una competición muy especial para nosotros y siempre ofrecemos algo que la gente no espera de nosotros. Todo el mundo nos daba por perdidos, pero seguimos aquí”.
Lleno de héroes
En la Liga, el Madrid está a punto de arrebatarle el título a su eterno rival. Este fin de semana, en el Clásico, puede dejarlo prácticamente sentenciado.
El Barcelona, segundo clasificado, visita el Santiago Bernabéu tras ser eliminado el martes de la Liga de Campeones por el PSG.
“Estamos encantados, pero muy cansados… ahora hay que celebrarlo porque es una clasificación muy importante”, prosiguió Ancelotti.
“A partir de mañana tenemos que preparar bien el partido del domingo, el Clásico es crucial para la Liga”.
El Barcelona levantó el título español la temporada pasada sobre la base de su sólida zaga, y mientras su defensa se ha vuelto más porosa, la del Madrid es ahora la mejor de España.
Sin el portero titular Thibaut Courtois, lesionado, Ancelotti ha confiado en el guardameta ucraniano Andriy Lunin.
El miércoles por la noche, Lunin detuvo los penaltis de Bernardo Silva y Mateo Kovacic.
“No soy el héroe… el equipo está lleno de héroes”, declaró Lunin.
“Todos hicieron un gran trabajo, corriendo y luchando durante 120 minutos”.
Esa columna vertebral da al Madrid lo que el capitán Nacho Fernández llamó “una cara diferente” de sí mismo, lo que le permite superar las lagunas que sus mayores rivales explotaron la temporada pasada.
Mientras que jugadores como Vinicius Júnior y Rodrygo tienen la habilidad y el empuje que los aficionados madridistas quieren ver en ataque, el instinto de supervivencia del equipo también está tirando de él hacia un posible quinto doblete de Liga y Liga de Campeones.
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