En una noche histórica en el Staples Center, LeBron James inscribió su nombre en la historia de la NBA al anotar el punto número 39 000 de su carrera, liderando a Los Angeles Lakers a una imponente victoria por 131-99 sobre los Utah Jazz. Con este triunfo, los Lakers concluían su racha invicta en la fase de grupos del Torneo de Temporada inaugural de la NBA.
La superestrella de 38 años, en su 21ª temporada, no mostró signos de desaceleración, añadiendo 17 puntos, nueve asistencias y siete rebotes a los ya legendarios totales de su carrera. James logró este hito a principios del primer cuarto, estableciendo un nuevo estándar en longevidad y rendimiento baloncestístico.
Anthony Davis complementó los esfuerzos de James con una actuación dominante, anotando 26 puntos y capturando 16 rebotes. Este dúo dinámico impulsó a los Lakers, que están a punto de albergar un partido de cuartos de final el mes que viene, a su sexta victoria en siete partidos.
El camino de los Lakers hacia la cima de su grupo estuvo marcado por importantes victorias sobre Phoenix, Memphis, Portland y Utah, superando a sus rivales por un total combinado de 74 puntos. Especialmente notable fue su victoria sobre los Jazz, en la que llegaron a ir ganando por 30 puntos en el tercer cuarto.
También contribuyeron D’Angelo Russell, que sumó 20 puntos y ocho asistencias, y los jugadores de banquillo Austin Reaves y Christian Wood, que anotaron 19 y 16 puntos, respectivamente.
En el otro bando, los Jazz, liderados por John Collins y Omer Yurtseven, tuvieron problemas para encontrar su ritmo, especialmente desde más allá del arco. La mala puntería de Utah, sobre todo en la primera parte, les hizo perder por 21 puntos al descanso.
La victoria de los Lakers fue más notable teniendo en cuenta sus problemas de lesiones. Cam Reddish se retiró pronto por molestias en la ingle, dejando al equipo con sólo nueve jugadores disponibles. Las ausencias por lesión de Jarred Vanderbilt, Jalen Hood-Schifino y Gabe Vincent no impidieron a los Lakers demostrar su profundidad y resistencia.
Con esta victoria, los Lakers mejoran su impresionante récord en casa a 7-1, mientras que los Jazz caen a 1-6 a domicilio. A medida que los Lakers avanzan hacia los octavos de final, no sólo cargan con el impulso de sus recientes victorias, sino también con el legado del extraordinario logro de LeBron James.
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