La administración Biden ha deportado a México a 13 000 individuos de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela desde enero de este año. Esta acción forma parte del acuerdo migratorio Movilidad Segura, que el gobierno del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador aceptó.
El gobierno estadounidense, encabezado por el presidente Joe Biden, no ha especificado la distribución exacta de los deportados entre los cuatro países. Estas deportaciones se produjeron después de que los individuos fueran detenidos por agentes de inmigración en la frontera sur de Estados Unidos.
Blas Núñez Neto, vicesecretario de Seguridad Nacional de EE.UU., señaló un descenso significativo de los cruces fronterizos de nicaragüenses indocumentados desde enero. Compartió estos datos durante una teleconferencia de prensa, centrándose en el impacto más amplio de la política.
El programa Movilidad Segura, iniciado en mayo, es una respuesta a la creciente ola de inmigración procedente del Caribe, Centroamérica y Sudamérica hacia Estados Unidos. En el marco de este programa, México aceptó acoger a nacionales de terceros países, permitiéndoles solicitar asilo legalmente en Estados Unidos durante su estancia en México. Esta iniciativa pretende aliviar la afluencia de inmigrantes indocumentados a Estados Unidos alojándolos temporalmente en México hasta que puedan presentar sus casos de asilo.
El programa también facilita a los potenciales solicitantes de asilo la presentación de sus casos desde sus países de origen o en los centros de procesamiento migratorio de Ecuador, Guatemala, Colombia y Costa Rica. Núñez Neto reveló que, desde el inicio del programa, más de 380 000 personas han sido repatriadas, incluidos unos 60 000 familiares. Al mismo tiempo, cerca de 270 000 ciudadanos de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela han sido admitidos en Estados Unidos.
La administración Biden insiste en que los inmigrantes indocumentados que intenten entrar en EE.UU. y sean detenidos serán deportados a México o a sus países de origen sin excepción. Núñez Neto instó a los migrantes a no arriesgar sus vidas con contrabandistas o rutas peligrosas como cruzar la frontera norte de México o atravesar la Brecha del Darién.
Como resultado de estas amenazas de deportación, el gobierno estadounidense ha informado de una disminución del flujo migratorio desde el 12 de mayo, con un descenso del 14% en los encuentros entre inmigrantes y agentes fronterizos.
Además, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos anunció que, desde el 5 de octubre, cuatro vuelos han devuelto a ciudadanos venezolanos directamente a su país, el último el 16 de noviembre. Estos vuelos repatriaron a 540 venezolanos cuyas solicitudes de asilo no fueron apoyadas, lo que condujo a una reducción del 65% de los encuentros de ciudadanos venezolanos con agentes fronterizos estadounidenses en la frontera entre México y Estados Unidos.