En un esfuerzo por hacer frente a una creciente acumulación de casos de reunificación familiar, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) anunció sus planes para reabrir su oficina en La Habana. Esta medida se produce después de casi cinco años desde el cierre de la oficina.
La administración Biden subraya la medida como una estrategia no sólo para eliminar el retraso, sino también para proporcionar a los cubanos más oportunidades de emigrar legalmente a los EE.UU. “Esta administración está tomando medidas para agilizar el acceso a vías legales, seguras y ordenadas para aquellos que buscan ayuda humanitaria”, declaró el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro N. Mayorkas. Añadió que los cubanos, como su propia familia, que huyeron de la toma del poder por los comunistas hace seis décadas, deben tener una oportunidad legítima de emigrar legalmente a Estados Unidos.
Además de gestionar el programa Cuban Family Reunification Parole, la oficina de La Habana también supervisará las peticiones de refugio y prestará otros “servicios limitados”. Este programa ofrece una vía rápida de entrada en EE.UU. a quienes tengan aprobadas solicitudes de inmigración basadas en la familia.
Sin embargo, en los últimos años, más de 20.000 casos acogidos a este programa quedaron en suspenso. Esta paralización del proceso migratorio fue consecuencia de la decisión de la administración Trump a finales de 2017 de reducir el personal de la embajada estadounidense en La Habana, tras el enigmático Síndrome de La Habana que afectó a varios empleados estadounidenses. Además, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) cerró su oficina en La Habana en diciembre de 2018, endureciendo aún más las admisiones de refugiados en Estados Unidos.
A pesar de las incertidumbres en torno al Síndrome de La Habana, las evaluaciones internas han descartado las sospechas de maleficencia internacional dirigidas a diplomáticos estadounidenses. Estas evaluaciones han desempeñado un papel en la reciente decisión de la administración Biden de reanudar los servicios en La Habana, especialmente en el contexto de la mayor oleada de inmigrantes cubanos a EE.UU. en muchas décadas.
Anteriormente, en mayo, el DHS había declarado el reinicio del Programa de Parole para la Reunificación Familiar Cubana, con entrevistas que comenzarían de nuevo en agosto de 2021. Sin embargo, el departamento reconoció recientemente varias ineficiencias, señalando la escasez de recursos y la capacidad limitada de entrevistas en Cuba.
En reacción a una afluencia sin precedentes de casi 300 000 cubanos en la frontera entre EE.UU. y México y a las llegadas en balsas a Florida el año pasado, el gobierno de EE.UU. introdujo un nuevo programa de parole humanitario en enero. Este programa permite a los cubanos, junto con los ciudadanos de Haití y Nicaragua, una residencia de dos años en Estados Unidos si consiguen un patrocinador financiero. Este rápido plazo de tramitación hizo que muchos con solicitudes de reunificación aprobadas se sintieran ignorados.
Para agilizar aún más el procedimiento, el DHS ha introducido ahora modificaciones en el Programa de Parole para la Reunificación Familiar Cubana, haciéndolo más accesible digitalmente. “Estos esfuerzos son coherentes con el compromiso de la Administración Biden-Harris de facilitar una migración segura, legal y ordenada”, subrayó Mayorkas.
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