Datos recientes de la Oficina del Censo de EE.UU. revelan un aumento significativo de la inmigración, que supone el mayor incremento de los últimos veinte años. Este aumento es ahora un factor clave en el crecimiento global de la población de Estados Unidos.
Este año, la población estadounidense ha aumentado en 1,6 millones de personas, de las cuales más de dos tercios se atribuyen a la inmigración internacional. Esta afluencia ha elevado la población total del país a unos 334,9 millones. Se trata del segundo año consecutivo en el que la inmigración ha sido el principal motor del crecimiento demográfico.
Además de la inmigración, la disminución del número de muertes, en particular tras los peores periodos de la pandemia de COVID-19, también ha desempeñado un papel en el aumento de la población de la nación.
Esta tendencia en el crecimiento de la población tiene su origen principalmente en dos fuentes: un aumento de la inmigración y una tasa de nacimientos superior a la de defunciones.
En la última parte de la década anterior se produjo un descenso de las cifras de inmigración, que se desplomaron aún más durante la pandemia debido a las medidas restrictivas. Sin embargo, el escenario se alteró significativamente el año pasado, con un número de inmigrantes que casi alcanzó el millón. Esta trayectoria ascendente continuó en el año en curso, con 1,1 millones de personas más que emigraron a Estados Unidos.
Estos datos recientes subrayan un cambio fundamental en el panorama demográfico estadounidense y ponen de relieve el importante impacto de la inmigración en la dinámica demográfica del país.
Las historias detrás de las 23 banderas LGBTQ+
Por Isabel Díaz
Cada una de estas banderas cuenta una historia de identidad, lucha y unidad.