Más de 30 000 rusos solicitaron asilo en Estados Unidos el año pasado, la mayoría por la frontera mexicana. Este aumento, sin precedentes, se produce en un contexto de guerra y movilización en Rusia, lo que lleva a muchos a buscar medios legales y semilegales para entrar en Estados Unidos.
La situación se intensificó en septiembre tras el anuncio de movilización de Rusia, y la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, declaró que Estados Unidos “da la bienvenida” a los rusos que solicitan asilo.
Los datos de la Patrulla Fronteriza estadounidense revelan que, desde marzo de 2022, más de 50 000 rusos han intentado entrar en Estados Unidos en busca de asilo, lo que supone un fuerte aumento respecto a los menos de 9500 de 2021.
La ruta fronteriza entre México y EE.UU.
Los rusos pueden entrar en México sin visado por vía aérea, necesitando únicamente un permiso electrónico. Una vez en México, los solicitantes de asilo deben dirigirse a un agente fronterizo estadounidense y declarar su necesidad de asilo político debido a amenazas contra su vida en Rusia. El proceso inicial en los campos de refugiados fronterizos suele ser rápido, y las familias suelen ser procesadas en un día. Sin embargo, algunos han informado de estancias de hasta tres meses.
Una vez superados los campos fronterizos, las personas reciben permisos de trabajo, números de la Seguridad Social y documentos de inmigración. El viaje completo a través de México puede costar al menos un millón de rublos, según el empresario Vladimir Lastenko, cofundador del centro de migración Lasten Global y de la agencia de marketing AYEPS.
El proceso de solicitud de asilo en Estados Unidos puede durar varios años, durante los cuales los solicitantes no pueden salir del territorio estadounidense. La mayoría de los solicitantes, al carecer de motivos sólidos para solicitar asilo, suelen buscar un empleo temporal. Con derecho a trabajar, se dedican a empleos como la conducción de camiones o los servicios de taxi, con los que ganan sumas considerables en comparación con los salarios rusos.
Escrutinio y riesgos crecientes
Recientemente, las autoridades mexicanas han endurecido los controles de entrada de rusos, con informes de denegaciones y deportaciones. Algunos han recurrido a la compra de coches locales con matrícula estadounidense o a contrabandistas.
En un avance significativo, Estados Unidos puso en marcha una aplicación especial en México que permite a los posibles refugiados programar entrevistas fronterizas con antelación. Sin embargo, desde agosto, los rusos que entran legalmente corren el riesgo de ser encarcelados en Estados Unidos.
La situación también se presta a la explotación por parte de estafadores que prometen un rápido paso de la frontera o asistencia legal, y a menudo desaparecen tras el pago. Algunos rusos han recurrido a medidas extremas, como esconderse en el maletero de un vehículo o intentar cruzar por mar desde islas como Cuba o las Bahamas.
Desafíos legales en EE.UU.
Encontrar un abogado de inmigración fiable sigue siendo un obstáculo. Los casos de asesoramiento jurídico fraudulento han acarreado graves consecuencias legales tanto para el asesor como para el solicitante de asilo.
Esta afluencia de solicitantes de asilo rusos marca un cambio significativo en las pautas de inmigración de Estados Unidos y pone de relieve las complejidades y los peligros a los que se enfrentan las personas que huyen de situaciones políticas inestables en sus países de origen.
