La apacible tranquilidad de Lewiston, una ciudad con una modesta población de aproximadamente 38 000 habitantes, se rompió a última hora de la noche del miércoles tras un trágico tiroteo que dejó al menos 16 muertos y decenas de heridos. Desde entonces, las autoridades han lanzado una persecución a gran escala de Robert Card, de 40 años y natural de Bowdoin, identificándolo como principal “persona de interés”. La policía ha advertido que Card debe ser considerado armado y extremadamente peligroso.
El Departamento de Policía de Lewiston, en un intento por mantener a los residentes informados y seguros, anunció el cierre de zonas clave cercanas a los lugares del tiroteo, incluyendo Mollison Way, cerca de la bolera Just-In-Time Recreation, y la región circundante entre Locust Street y South Avenue, adyacente a Schemengees Bar & Grille, siendo este último uno de los lugares del tiroteo. El trágico incidente ha llevado a las autoridades estatales a emitir avisos de refugio en el lugar para Lewiston y la vecina ciudad de Lisbon. Esta advertencia se amplió posteriormente a Bowdoin.
Tras el devastador suceso, Schemengees Bar & Grill expresó su conmoción y dolor en una conmovedora declaración: “Tengo el corazón destrozado. En una fracción de segundo tu mundo se pone patas arriba sin ninguna buena razón”. El comunicado lamentaba la pérdida de importantes miembros de la comunidad.
Mientras continúan las investigaciones, las autoridades locales no son las únicas que se están implicando. El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, ha sido informado de la situación, y el Departamento de Justicia ha anunciado la ayuda federal en la investigación en curso.
Al mismo tiempo, se intensifican los esfuerzos locales y federales para detener a Card, los políticos se han apresurado a compartir sus condolencias. La gobernadora de Maine, Janet Mills, instó a los residentes a seguir las instrucciones de las fuerzas del orden. El senador demócrata Bob Menéndez hizo de la tragedia una llamada a la acción, instando a un control más estricto de las armas y criticando la influencia de la Asociación Nacional del Rifle.
En una ciudad cerrada, las calles de Lewiston permanecieron en un inquietante silencio en las primeras horas del jueves. Sin embargo, esta tragedia tocó la fibra sensible de muchos residentes, como Mar Mcenery, de 52 años, que recordó el papel fundamental que la bolera desempeñó en la vida de la comunidad. Para muchos habitantes de Lewiston, la bolera no era sólo un lugar de recreo, sino un refugio de recuerdos de infancia y de lazos comunitarios.
La gravedad de la situación queda aún más clara cuando uno se da cuenta de que el primer tiroteo tuvo lugar en Sparetime Recreation, ahora conocida como Just-In-Time Recreation. Esta bolera, piedra angular de la vida comunitaria, acoge numerosos eventos y siempre ha sido un lugar de alegría y celebración. Su reciente recaudación anual de fondos para la lucha contra el hambre pone de manifiesto el compromiso de la bolera con la comunidad.
Mientras prosiguen las investigaciones, la ciudad sigue conmocionada por la repentina tragedia. Dado que el autor sigue en libertad, el objetivo principal sigue siendo la seguridad pública y garantizar que se haga justicia rápidamente.
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