En una serie de acontecimientos que podrían remodelar la geopolítica latinoamericana, Colombia y Bolivia han roto sus lazos con Israel, mientras que Irán ha estado fortaleciendo sus relaciones militares y económicas en toda la región, en particular con Cuba, Nicaragua y Venezuela. Estas maniobras se producen cuando estas naciones también muestran una complicidad tácita con respecto a la invasión rusa de Ucrania, poniendo de relieve una compleja red de alianzas y enemistades internacionales.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, ha sido acusado de difundir sentimientos antisemitas y ha roto formalmente las relaciones diplomáticas con Israel. Simultáneamente, Bolivia, junto con otras dictaduras latinoamericanas como Cuba, Nicaragua y Venezuela, ha acogido con satisfacción colaboraciones más estrechas con Irán, un país que desafía abiertamente la hegemonía occidental.
El ministro de Defensa iraní, Mohammad Reza Ashtiani, destacó en 2023 la importancia estratégica de América Latina, declarando: “Los países latinoamericanos ocupan un lugar especial en la política exterior y de defensa de Irán. Sudamérica es un asunto muy sensible y significativo para nosotros”. Esta declaración subraya la intención de Irán de forjar relaciones sustanciales en la región.
Bolivia no sólo ha cortado los lazos diplomáticos con Israel, sino que también se ha comprometido directamente con el sector de defensa de Irán. El gobierno boliviano firmó un memorando de cooperación con Teherán y ha expresado su interés en adquirir drones iraníes para reforzar su seguridad fronteriza. Además, Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de Argentina, reveló que Bolivia ha acogido a más de 700 miembros de la Fuerza Quds de élite iraní, lo que supone una importante colaboración militar.
El régimen boliviano también ha establecido una Escuela Antiimperialista destinada a entrenar a las fuerzas militares latinoamericanas, con instructores de alto nivel de Irán, Cuba y Rusia, lo que indica un esfuerzo consolidado para fomentar un frente ideológico y militar contra el imperialismo occidental percibido.
Venezuela, bajo el dictador Nicolás Maduro, sigue profundizando su relación con Irán. En 2023, ambas naciones anunciaron iniciativas para aumentar su cooperación petrolera y comercial de 3000 millones de dólares a la ambiciosa cifra de 20.000 millones en los próximos años. Maduro está interesado en aumentar los vuelos entre Venezuela e Irán, supuestamente para impulsar el turismo y la colaboración científico-tecnológica.
Además, Venezuela e Irán han firmado 25 acuerdos bilaterales que abarcan sectores que van desde la petroquímica hasta el transporte y la minería, con el objetivo de impulsar las exportaciones y la producción de hidrocarburos.
También se han estrechado los lazos entre Cuba e Irán, con la firma de seis acuerdos en áreas como las telecomunicaciones, las tecnologías de la información y los servicios portuarios. Estos acuerdos también hacen hincapié en el fortalecimiento de los intercambios entre sus ministerios de justicia y autoridades aduaneras.
Una preocupante revelación de The New York Times en 2023, citando fuentes de la CIA, indicaba que Nicaragua e Irán están discutiendo formas de reforzar su cooperación militar, aunque ambos regímenes sólo han reconocido públicamente acuerdos comerciales y tecnológicos.
Este cambio en América Latina refleja una lucha global más amplia entre regímenes autoritarios y gobiernos democráticos. Con Rusia, China e Irán avanzando sin cesar en la región, Estados Unidos ve menguar su influencia en su patio trasero tradicional.
La decisión de Gustavo Petro de alinearse con los antagonistas de Israel no sólo socava la democracia, sino que abre la puerta al antisemitismo, el terrorismo y el aumento de la violencia regional. Esto supone una grave amenaza para la paz y la seguridad de la región, lo que sugiere que la propagación metastásica de la influencia iraní por América Latina debe abordarse rápidamente para evitar una mayor desestabilización.
Marlon Brando, el rostro impenetrable
Por Irina Pino
Marlon David, David Marlon. Tú eras dos en uno, la cafetera que explota y mancha las paredes de la casa. Pura explosión y tizne. Un tranvía llamado Marlon David.
