“Yusimí, una joven modelo decide poner fin a su relación con su novio Héctor (un joven poeta sin inspiración), luego de que Héctor le pegase un chicle en la cabeza después de hacerse la queratina. Héctor por su parte hará hasta lo absurdo por recuperar al amor de su vida”.
Yusimí, la película, filme cubano producido completamente independiente, ya se encuentra camino de su estreno, luego de cinco años de producción. Pronto podrá apreciarse en Cuba y otras partes del orbe.
Es un largometraje gestado tras el esfuerzo y la pasión de su reducido equipo durante la pandemia de Covid-19 y el recrudecimiento de las situaciones actuales en Cuba. A la vez, tal vez sea la película menos esperada del año.
Su rodaje comenzó en el año 2019, luego de que Pidio Vives (su director, guionista, productor y editor) decidiera adentrarse en la aventura junto a Eldys Ortiz (encargado de la fotografía), iniciándose así un proceso sin un guion previo, el que fue conformándose a medida en que se iban filmando las escenas improvisadas, extendiéndose el proyecto durante tres años.
Cada mes se escribían las nuevas escenas, se ensayaban en casa del director y se filmaban a finales del mes. La mayoría de las veces fue de forma clandestina, por no contar con permisos.
Entre las rondas de filmaciones se editaba el material audiovisual, lográndose así adelantar y completar el guion con las escenas siguientes, siempre teniendo en cuenta el tiempo libre de cada profesional implicado.
Las locaciones seleccionadas eran diversas: la Casona de Línea, las calles de La Habana, el antiguo Instituto Superior de Arte, las casas de los mismos actores, entre otras.
Este filme cuenta con las actuaciones de Sandra Castillo, Sirya Arias, Brian Estévez, Carlos Pérez, Yindra Regueifero, los hermanos Miguel Antonio y Miguel Alejandro Stuart, y el mismo Pidio Vives, además de la actuación especial de Alexis Díaz de Villegas. Como tal, esta es posiblemente la última aparición de este actor en el cine nacional, luego de su desaparición física en 2022.
Otros actores fueron introduciéndose en el elenco a medida en que se extendía la historia y eran atrapados por la idea: una narración de la realidad de Yusimí, una modelo que padece de una terrible depresión y termina su relación con su novio Héctor, después de que este le pega un chicle en la cabeza tras hacerse la queratina. A partir de ahí, él, un poeta sin inspiración, hará hasta lo absurdo por recuperarla a ella.
El equipo que conforma este filme no había contado con experiencias anteriores en el cine, exceptuando a Alexis Díaz de Villegas. Así, muchas veces tuvieron que aprender durante el propio proceso, donde los mismos actores y vecinos colaboraron en los roles de sonido, luces y la asistencia de producción.
Este filme ha sido totalmente autofinanciado, contando solamente con sus propios recursos. Se corrió muchas veces el riesgo de no poderse concluir, dada la situación que existía en el momento en que se estaba filmando y por el proceso de realización, siempre sin recibir ninguna remuneración por sus desempeños.
Pidio Vives había decidido no apelar a fondos, por sus experiencias anteriores de intentar buscar financiación para otros proyectos. Por lo que tomó la difícil decisión de hacerlo todo alternativamente para no depender de una ayuda económica que nunca llegaría.
La postproducción se está completando ahora en los Estados Unidos, luego de que Pidio Vives se fuera a vivir a ese país. Lo hace justo después de su proceso de adaptación al nuevo contexto. La obra audiovisual se encuentra actualmente en conclusión de su corte final, incluidas la corrección de sonido e imagen. Por esto ya se le está dando importancia a la campaña de marketing que también está bajo la conducción de Pidio Vives, tomando como referencia el hecho que es una película que muchos no esperaban que sería posible.
Su estreno está programado para el mes de noviembre de 2024. Se desea que el filme llegue primeramente a Cuba, donde se espera que pueda ser exhibida en espacios independientes, casas, teatros, etc. A partir de ahí, se comenzará entonces un recorrido por festivales, aprovechando que la mayoría de los que fueron parte del proyecto ya no se encuentran en el país.
Según Pidio Vives, el deseo de hacer este filme era lo principal, contando sus propias historias, alejadas de lo habitual del cine cubano. La libertad creativa y el deseo de que el público se divierta eran sus mayores motivaciones. Ahora esto será realmente posible, luego de los riesgos que amenazaron su creación.
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