El reconocimiento del Estado palestino llega a 145 naciones

145 de los 193 Estados miembros de las Naciones Unidas reconocen ahora un Estado palestino. Noruega, España e Irlanda se han convertido en los últimos países en reconocerlo, rompiendo así con la postura mantenida durante mucho tiempo de que el Estado palestino debería surgir de las negociaciones de paz con Israel.

El reconocimiento por parte de estos países ha provocado fuertes reacciones por parte de Israel, que sigue oponiéndose al reconocimiento unilateral del Estado palestino. La medida refleja la creciente presión mundial en favor de la creación de un Estado palestino tras las operaciones militares que Israel está llevando a cabo en Gaza después del ataque de Hamás del 7 de octubre.

Históricamente, la búsqueda de un Estado palestino se remonta al 15 de noviembre de 1988, cuando el líder palestino Yaser Arafat proclamó un Estado palestino independiente con Jerusalén como capital. Esta declaración, realizada durante la primera intifada palestina, fue rápidamente reconocida por Argelia y seguida por numerosos países árabes, africanos y algunos europeos.

La presión por el reconocimiento se intensificó a principios de la década de 2010 a medida que las conversaciones de paz se tambaleaban. En 2011, los palestinos hicieron campaña para convertirse en miembros de pleno derecho de la ONU, campaña que no tuvo éxito. Sin embargo, la UNESCO aceptó a Palestina como miembro de pleno derecho el 31 de octubre de 2011. Posteriormente, en noviembre de 2012, la Asamblea General de la ONU elevó el estatus de Palestina a “Estado observador no miembro”, lo que permitió izar la bandera palestina en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.

En 2014, Suecia se convirtió en el primer país de Europa Occidental en reconocer un Estado palestino, seguido de otras seis naciones europeas. Recientemente, el actual conflicto en Gaza ha impulsado un mayor apoyo a la creación de un Estado palestino en Europa. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, declaró que el reconocimiento era una cuestión de “justicia histórica”, y tanto Malta como Eslovenia se han mostrado dispuestas a seguir su ejemplo en las circunstancias adecuadas. Australia y Francia también han indicado su posible reconocimiento en el futuro.





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La nueva guerra de la propaganda

Por Anne Applebaum

“Incluso en un Estado donde la vigilancia es casi total, la experiencia de la tiranía y la injusticia puede radicalizar a la gente. La ira contra el poder arbitrario siempre llevará a alguien a empezar a pensar en otro sistema, en una forma mejor de dirigir la sociedad”.