Estancamiento diplomático de la UE por la crisis de Ucrania
La reciente cumbre entre la Unión Europea (UE) y los países latinoamericanos, celebrada tras un paréntesis de ocho años, fue un acontecimiento decepcionante para la UE. Un desacuerdo diplomático en torno a la crisis ucraniana ensombreció la cumbre, que pretendía celebrar la renovación de las asociaciones entre las regiones.
La reunión de dos días en Bruselas estuvo marcada por la negativa de los países latinoamericanos a respaldar una declaración conjunta de condena de las acciones de Rusia en Ucrania, lo que convirtió la cumbre en un dilema diplomático para la UE.
Oposición a la declaración conjunta
Nicaragua, Cuba y Venezuela se opusieron a la declaración conjunta, que pretendía condenar la intervención militar rusa en Ucrania. A pesar de los múltiples intentos de negociación, no se pudo alcanzar un consenso. En consecuencia, los esfuerzos de la UE por convencer a los Estados latinoamericanos de que condenaran las acciones de Rusia acabaron produciendo únicamente un reconocimiento general del inmenso sufrimiento humano resultante de la guerra en curso y de su repercusión en la vulnerabilidad económica mundial.
El plan de la UE de presentar un frente unido contra las acciones de Rusia, poniendo así de relieve el aislamiento internacional del presidente ruso Vladimir Putin, se vio frustrado. La declaración final no menciona a Rusia, sino que expresa su profunda preocupación por la guerra y subraya la urgencia de una paz justa y duradera.
La UE compite con China en América Latina
Más allá de la crisis ucraniana, la UE también se enfrenta al reto de la creciente influencia de China en la región. El floreciente comercio de China con América Latina ha hecho saltar las alarmas en la UE, que se esfuerza por contrarrestar este crecimiento con su iniciativa “Global Gateway”. Este proyecto es una contrapartida directa al proyecto chino de la “Ruta de la Seda” en el Sur Global.
Con el apoyo de la Comisión Europea, la UE pretende invertir 45 000 millones de euros en Sudamérica en los próximos cuatro años, en sectores como la energía, las infraestructuras y la extracción de materias primas. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, había visitado anteriormente la región para reparar el deterioro de las relaciones y proponer inversiones, sobre todo en hidrógeno verde y energías relacionadas con el litio.
Satisfacción y planes para una cooperación más estrecha
A pesar de los desacuerdos sobre la crisis ucraniana, la mayoría de los participantes en la cumbre se mostraron satisfechos con la cooperación entre las regiones. El presidente en funciones de la CELAC, Ralph Gonsalves, calificó la reunión de histórica y declaró que la relación entre la CELAC y la UE nunca había sido tan estrecha.
Ambas partes están dispuestas a profundizar su colaboración en cuestiones como el cambio climático, el avance digital y la extracción responsable de materias primas. El objetivo es garantizar que las materias primas se procesen localmente, fomentando la prosperidad en los países donde se encuentran estos recursos, en lugar de exportarlos de forma exclusivamente extractiva.
El revés diplomático de la UE en la cumbre, provocado por los desacuerdos en torno a la declaración conjunta sobre la crisis ucraniana, representa un golpe a sus intentos de condenar y aislar a Rusia en la escena internacional.
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