Una creciente ola de migrantes africanos, cubanos y haitianos ha encontrado en Nicaragua un puente crucial en su travesía hacia Estados Unidos. Estas personas, impulsadas por la esperanza y determinadas a buscar una vida mejor, navegan a través de una compleja red de servicios, informantes y transportistas para continuar su viaje.
Un aumento en las llegadas
La capital de Nicaragua, Managua, ha observado un incremento significativo en el número de migrantes que usan el país como una etapa transitoria. Estos migrantes, en su mayoría, provienen de vuelos que aterrizan en el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino, originarios de diversas naciones caribeñas y africanas, revela una investigación de ‘La Prensa’.
El caso de los migrantes africanos es particularmente interesante. Muchos de ellos han optado por un itinerario que incluye escalas en Madrid y San Salvador antes de llegar a Managua. Una vez en tierras nicaragüenses, no están solos. Un recorrido por la capital revela una red bien establecida de servicios adaptados a sus necesidades.
Redes de apoyo: Baqueanos, taxistas y hostales
A su llegada, los migrantes son a menudo recibidos por “baqueanos”, individuos locales especializados en guiar a estos viajeros a través del terreno nicaragüense. Estos baqueanos, junto con taxistas locales, desempeñan un papel vital en el transporte de migrantes hacia su siguiente destino, generalmente la frontera con Honduras.
La investigación de ‘La Prensa’ destaca cómo esta dinámica se ha establecido casi en un negocio regular. Por ejemplo, cerca del aeropuerto, la gasolinera Puma se ha convertido en un lugar de encuentro clave para taxistas y migrantes. Aquí, un viaje hacia la frontera hondureña puede costar hasta 50 dólares por persona.
Pero el viaje no está exento de desafíos. Estos conductores a menudo enfrentan controles policiales y, en ocasiones, deben pagar sobornos para garantizar un tránsito seguro para sus pasajeros.
Hospedaje, remesas y otros servicios
A lo largo de esta ruta, los migrantes también requieren alojamiento temporal. Hostales ubicados cerca de la frontera ofrecen habitaciones grupales, con precios que varían según las comodidades ofrecidas.
Además del transporte y el alojamiento, otro elemento crucial en esta travesía es el financiamiento. Muchos migrantes dependen de remesas enviadas por familiares ya establecidos en Estados Unidos. Estas sumas, que pueden llegar a montos significativos, a menudo son recogidas a través de intermediarios locales.
Los buses públicos también desempeñan un papel en esta travesía. Para aquellos con un presupuesto más ajustado, estos buses ofrecen una alternativa viable para llegar al norte de Nicaragua y, posteriormente, a Honduras.
Nicaragua en el contexto migratorio global
La elección de Nicaragua como trampolín hacia Estados Unidos no es aleatoria. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), los migrantes de regiones como África y Cuba están optando por rutas aéreas que los llevan a Centroamérica, en lugar de atravesar terrenos peligrosos como el Darién entre Panamá y Colombia.
En este contexto, las políticas migratorias de Nicaragua juegan un papel. Por ejemplo, se sabe que africanos y cubanos no requieren visa para ingresar al país, lo que facilita su travesía.
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