Un devastador terremoto de magnitud 6,8 causó estragos en Marruecos el viernes por la noche, provocando la muerte de más de 600 personas e importantes daños estructurales en Marrakech, ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El USGS ha identificado este temblor como el más potente en el país norteafricano desde hace más de un siglo.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos, el epicentro del terremoto se situó a unos 72 kilómetros al suroeste de Marrakech, en la cordillera del Alto Atlas. El temblor, que tuvo una profundidad relativamente escasa de 18,5 kilómetros, se produjo poco después de las 23.00 hora local.
La televisión estatal Al Aoula, haciendo referencia al Ministerio del Interior marroquí, reveló que el seísmo causó al menos 632 muertos y 329 heridos, 51 de ellos graves. Ante el temor generalizado a las réplicas, numerosas personas optaron por pasar la noche a la intemperie en múltiples ciudades. Al mismo tiempo, se inició una frenética misión de búsqueda y rescate de las personas atrapadas bajo los escombros. Las autoridades sanitarias también instaron a donar sangre para ayudar a las víctimas.
Se registraron muchas víctimas en regiones montañosas de difícil acceso cercanas al epicentro. Al Aoula informó de que los daños en las carreteras han dificultado gravemente el acceso de los equipos de rescate a las zonas más afectadas.
A través de la red social X, antes conocida como Twitter, las Fuerzas Armadas Reales de Marruecos advirtieron a los habitantes sobre posibles réplicas y subrayaron la importancia de actuar con precaución.
Al-Aoula también mostró el sábado los restos de varios edificios cercanos al epicentro del seísmo e informó del desplazamiento de miles de personas tras las advertencias del Instituto Nacional de Geofísica sobre posibles réplicas. Reuters recibió además información de un residente local de la cercana aldea montañosa de Asni, Montasir Itri, que habló de importantes daños en las casas de la zona y de vecinos atrapados bajo los escombros.
El investigador de la CNN Benjamin Brown, presente en el casco antiguo de Marrakech, relató el calvario, afirmando que las antiguas murallas y edificios quedaron parcialmente destruidos durante el seísmo. La calma inicial se convirtió rápidamente en caos a medida que se iba conociendo la magnitud de los daños y los heridos.
Las antiguas murallas de Marrakech, cuyos orígenes se remontan al siglo XII, sufrieron graves daños. Después, los espacios abiertos de la ciudad se llenaron de ciudadanos, muchos de los cuales pasaron la noche en camas improvisadas.
Marrakech, a menudo llamada la “ciudad roja” por sus características estructuras de arenisca roja, posee un rico tapiz cultural e histórico. Antes de que se produjera la pandemia, atrajo a cerca de tres millones de turistas en 2019 y es uno de los principales centros económicos de Marruecos.
Los temblores del terremoto llegaron hasta Rabat, situada a 350 km al norte de las montañas del Alto Atlas, según informa Reuters.Se están realizando más informes y evaluaciones mientras Marruecos se enfrenta a este catastrófico suceso.
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