Hay una brillante fotografía de Sofia Coppola en el plató de María Antonieta en la que aparece, a medio paso, entre docenas de actores vestidos con atuendos cortesanos del siglo XVIII: pantalones y chalecos elaborados en los hombres, túnicas a la francesa en las mujeres, pelucas blancas empolvadas en todos. Coppola, por su parte, va vestida con una camisa blanca abotonada de hombre de Charvet, capas de camisetas y unos pantalones oscuros. En el remolino de todas esas galas de época en tonos pastel, tiene una figura bastante divertida. “Me gusta tener un montón cuando hago fotos”, dijo a la revista Self Service sobre sus camisas Charvet, “para no tener que pensar en lo que llevo puesto”.
Esta y otras instantáneas componen el último libro de A24, Cómo visten los directores, que sale a la venta esta semana.
Elaborado por Hagop Kourounian (de la cuenta de Instagram @directorsfits), Jon Dieringer (redactor jefe de Screen Slate), la crítica cinematográfica Caitlin Quinlan y el periodista de moda Charlie Porter, Cómo visten los directores está repleto de instantáneas poco comunes de cineastas vestidos para el trabajo y, a veces —en los casos de personas como Kathryn Bigelow, Chloé Zhao y Baz Luhrmann—, de lo que llevaban para aceptar sus Premios de la Academia. Aunque no se trata de un libro de moda en sí, es sin duda un libro sobre estilo (Coppola es la viva imagen de la elegancia sin esfuerzo), por lo que se recurrió a un grupo de prestigiosos escritores de moda —entre ellos Lynn Yaeger, Lauren Sherman, Rachel Tashjian, Sami Reiss, Claire Marie Healy, Adam Wray, Brad Phillips y Shumon Basar— para que contribuyeran con ensayos sobre las elecciones de moda de los directores. “Se trata de un libro que utiliza la ropa para contar nuevas historias sobre los directores, sus vidas, sus películas y la época en que se hicieron”, explica Porter en la introducción del libro.
A continuación, Kourounian y Quinlan nos muestran una selección de imágenes de Cómo visten los directores.
John Ford
Un amigo cercano a John Ford describió una vez su atuendo típico en el plató como “viejos pantalones caqui sarnosos, zapatillas de tenis con agujeros en los dedos, una chaqueta vieja y descuidada, un sombrero de fieltro destartalado y un pañuelo sucio alrededor del cuello”. Es seguro decir que está a la altura de su reputación en esta foto del rodaje de The Searchers.
John Carpenter
¿Quieres estar tan guay como John Carpenter en el rodaje de Big Trouble in Little China? Hazte con un cigarrillo y unas Nike Waffle Trainers 2, y estarás listo para salir.
Wes Anderson
Esta foto de Wes Anderson con el guionista de Rushmore, Owen Wilson, documenta al director justo antes de que su uniforme de traje de pana estuviera a punto. Elementos de su estilo característico aparecen en momentos como éste, en los inicios de su carrera.
Pedro Almodóvar
Pedro Almodóvar superpone eclécticamente tejidos y estampados contradictorios mientras posa con el reparto de su película Kika.
Lina Wertmüller
Lina Wertmüller y el elemento esencial de su uniforme: sus gafas blancas. En su 90 cumpleaños, dijo que su obsesión por sus monturas blancas cuadradas fue amor a primera vista, hasta el punto de que afirma haber encargado una vez 5000 pares de ellas.
Spike Lee
El dios de la ropa deportiva, Spike Lee, luce un cortavientos Tommy Hilfiger de gran tamaño muy apropiado para la época, con las mangas dobladas para mostrar su forro amarillo brillante.
Marielle Heller
Olvídate del método de actuación, Marielle Heller optó por el método de dirección en el plató de su película biográfica de 2019 sobre Mister Rogers, It’s a Beautiful Day in the Neighborhood, con una chaqueta de punto roja entallada digna del mismísimo Mister Rogers.
David Lean
Esta foto de un David Lean azotado por el viento luchando contra las inclemencias del tiempo para conseguir su toma en el plató de La hija de Ryan es posiblemente una de las imágenes más geniales de un director trabajando. Ataviado de pies a cabeza con ropa impermeable, Lean consigue mantener el control sin esfuerzo mientras los que le rodean luchan por conseguirlo.
Sofia Coppola
Con una camisa blanca (sus favoritas son Charvet) y unos vaqueros holgados, Sofia Coppola se pasea por el plató de María Antonieta con una sonrisa de vértigo mientras su reparto disfrazado se prepara para la siguiente escena. En el ojo del huracán, Coppola brilla con un look atemporal que ha llevado al trabajo una y otra vez.
Rainer Werner Fassbinder
Con un traje de raya diplomática, ceñido sobre un jersey de cuello vuelto de punto, Fassbinder era la definición de la elegancia en el plató de su película de 1973 Un mundo en el aire. Sin embargo, el cigarrillo que le colgaba de las yemas de los dedos y la parte del vientre que asomaba, son lo que realmente hace que todo este look cante.
Andrei Tarkovski
A pesar de la profunda nevada que se acumula en el telón de fondo, Andrei Tarkovsky parece impecablemente abrigado con su abrigo de piel de oveja impresionantemente tupido, su esponjosa ushanka y su cuello negro extra ancho mientras agarra su claqueta para la cámara.
Paul Thomas Anderson
Es un poco difícil saber —con su abrigo playero y sus gafas de sol anaranjadas— si Paul Thomas Anderson estaba dirigiendo su gran película Boogie Nights o protagonizándola. Integrado en el decorado, Anderson tiene un aire de despreocupación californiana, mientras que sus señas de identidad como director —un auricular y un paquete de cigarrillos asomando por el bolsillo— son los accesorios perfectos.
Steven Spielberg
Steven Spielberg descansa un momento en el plató de Indiana Jones y el Templo de la Perdición con el atuendo más cool de los 80: unos vaqueros dobles perfectamente ajustados y un par de zapatillas deportivas lo suficientemente desaliñadas que denotan tanto un esfuerzo considerado como una contención distante.
John Singleton
John Singleton se agacha para encuadrar su toma con una prístina ropa de calle holgada que combina comodidad y frescura en el plató de Shaft.
* Artículo original: “Lights! Camera! Fashion! A New A24 Book Explores How Directors Dress”. Traducción: ‘Hypermedia Magazine’.
Tetas trabajadoras
Por Sarah Thornton
“Entre los pechos de copa B de Sativa hay un elaborado tatuaje del Sagrado Corazón, símbolo católico del sacrificio de Cristo por el pecado humano”.