Una reciente investigación publicada en el American Journal of Nutrition ha suscitado nuevas preocupaciones sobre los riesgos asociados al consumo habitual de carne roja. El estudio destaca un posible aumento del 51% en el riesgo de diabetes de tipo 2 con sólo dos raciones de carne roja no procesada a la semana.
La ciencia detrás de la carne
¿Cómo afecta la carne roja a los niveles de insulina?
La carne roja tiene componentes que pueden interferir con las necesidades de insulina del organismo. Por ejemplo, su contenido en grasas saturadas puede afectar negativamente a la función de las células beta del organismo, que son cruciales para producir insulina, y puede reducir la sensibilidad general a la insulina. La falta de suficientes grasas poliinsaturadas en la carne roja podría aumentar aún más el riesgo de diabetes de tipo 2. Sustituir la carne roja por alimentos ricos en estas grasas puede reducir potencialmente la resistencia a la insulina.
Grace Derocha, portavoz de la Academia de Nutrición y Dietética, señaló otros aspectos de la carne roja que podrían ser problemáticos. Por ejemplo, el hierro hemo presente en la carne roja puede aumentar el estrés oxidativo y la resistencia a la insulina. Además, las carnes rojas procesadas suelen contener altos niveles de nitratos y sus derivados, que pueden perjudicar aún más la respuesta insulínica del organismo.
Sin embargo, Derocha también hizo hincapié en que esto no significa necesariamente que la gente deba eliminar por completo la carne roja de su dieta, sino más bien informarse sobre sus posibles implicaciones para la salud.
Proteínas vegetales: Una alternativa más saludable
En contraste con los inconvenientes de la carne roja, las proteínas vegetales ofrecen beneficios para la salud. Xiao Gu, autor principal del estudio, destacó que las proteínas de origen vegetal, como los frutos secos y las alubias, son ricas en grasas insaturadas y bajas en grasas saturadas, una combinación que reduce las probabilidades de desarrollar diabetes de tipo 2.
El estudio tuvo en cuenta los hábitos alimentarios de unos 217 000 individuos en EE.UU., e incluso después de tener en cuenta diversos factores de estilo de vida y de salud, el mayor riesgo con el consumo de carne roja se mantuvo constante. La Asociación Americana de Diabetes desaconseja el consumo excesivo de carne roja, sobre todo por su alto contenido en grasas saturadas.
Para quienes deseen explorar otras fuentes de proteínas, Derocha sugiere huevos, pescado, alubias, tofu, tempeh, lentejas, quinoa y otras alternativas vegetales.
Un creciente problema de salud pública
La diabetes se está convirtiendo rápidamente en una preocupación apremiante a nivel mundial y particularmente en los EE. UU. El Informe Nacional de Estadísticas de Diabetes 2019 de los CDC señaló que más de 37,3 millones de estadounidenses están diagnosticados con diabetes y, sorprendentemente, más de 1 de cada 5 no son conscientes de su condición.
La diabetes no solo representa una carga individual; está vinculada a varios otros problemas de salud graves, como enfermedades cardiovasculares y renales, cáncer e incluso demencia. La cifra mundial de muertes relacionadas con el consumo de carne roja se acerca a las 896 000, por lo que la necesidad de concienciación y de directrices dietéticas preventivas es más urgente que nunca.
A pesar de estos resultados, Derocha advierte que no se debe condenar universalmente el consumo de carne roja. Las necesidades de salud y los requisitos dietéticos de cada persona son únicos, por lo que resulta difícil hacer recomendaciones generales. Sin embargo, la abrumadora evidencia existente aboga por la moderación y por un consumo meditado.
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