* Grados Celsius. Fuente: ‘ The New York Times’.
A partir de hoy se prevén niveles de calor peligrosos en el sur, el oeste y el medio oeste. Las previsiones, basadas en datos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, sugieren que unos 59,2 millones de individuos —el 18% de la población de EE.UU.— residen en las regiones donde se prevé que se alcancen estas peligrosas temperaturas, alertan desde ‘The New York Times’.
Se prevé que el índice de calor, una medida que indica cuánto calor hace realmente en el exterior teniendo en cuenta la humedad junto con la temperatura, alcance niveles críticos, avisan los autores. A la sombra, este índice puede indicar cuándo el calor es peligroso para el cuerpo humano. Sin embargo, bajo el sol directo, una persona puede percibir la temperatura hasta 15 grados Fahrenheit (8,3 grados Celsius) más alta.
El calor extremo, un fenómeno letal, se cobra cientos de vidas al año en Estados Unidos. El Servicio Meteorológico Nacional aconseja a la gente que se hidrate, busque espacios interiores más frescos, evite el sol y controle regularmente a familiares y vecinos, sobre todo a los ancianos y a los que viven solos, durante estos días de altas temperaturas.
En cuanto a Nueva York, se espera que el índice de calor alcance su punto máximo el jueves de la próxima semana, y que los días siguientes muestren una disminución del índice de calor previsto.
Además, durante esta semana, se prevé que 91 grandes ciudades experimenten niveles peligrosos de calor al menos un día, según la previsión.
Las predicciones para el país muestran niveles de calor peligrosos persistentes en el sur, oeste y medio oeste, a pesar de la disminución de la fiabilidad de las previsiones a largo plazo. Las temperaturas estivales han aumentado y se han vuelto más extremas en las últimas décadas, y las consecuencias para la salud de ese calor excesivo pueden ser graves.
Grupos de riesgo
Las olas de calor suponen un riesgo significativo para varios grupos de población, y es importante tomar medidas para proteger a estas personas de riesgo. He aquí algunos de los grupos más vulnerables:
1. Ancianos (mayores de 65 años): Los adultos mayores son más susceptibles a las enfermedades relacionadas con el calor debido a los cambios físicos relacionados con la edad, las condiciones crónicas de salud y el uso de ciertos medicamentos.
2. Bebés y niños pequeños: También son más susceptibles, ya que la regulación de la temperatura de sus cuerpos es menos eficiente que la de los adultos. También pueden depender de los adultos para recibir los cuidados y la hidratación adecuados.
3. Personas con enfermedades crónicas: Afecciones como las cardiopatías, la obesidad, la diabetes y las afecciones respiratorias pueden dificultar la regulación de la temperatura corporal.
4. Personas con bajos ingresos: Las personas sin acceso a aire acondicionado o que no pueden permitirse usarlo continuamente pueden tener un mayor riesgo.
5. Trabajadores al aire libre: Las personas que trabajan en la construcción, la agricultura u otros trabajos al aire libre están expuestas al sol y al calor durante periodos prolongados.
6. Personas con trastornos mentales o deficiencias cognitivas: Estas personas podrían no percibir o responder adecuadamente al estrés térmico.
7. Población sin hogar: La falta de refugio y de acceso a centros de hidratación o refrigeración contribuyen a aumentar su riesgo.
Medidas ante el calor
Para mitigar los riesgos durante una ola de calor, se pueden adoptar las siguientes medidas:
1. Mantenerse hidratado: Es fundamental beber mucho líquido, idealmente agua, y evitar el alcohol, la cafeína y las bebidas con alto contenido en azúcar que pueden provocar deshidratación.
2. Permanezca en interiores: En la medida de lo posible, permanezca en un lugar con aire acondicionado. Si su casa no tiene aire acondicionado, intente pasar tiempo en instalaciones públicas que sí lo tengan, como bibliotecas o centros comerciales.
3. Evite las actividades extenuantes: Durante los periodos de calor extremo, limite el esfuerzo físico, sobre todo en las horas centrales del día, cuando las temperaturas son más altas.
4. Vestir ropa ligera: La ropa ligera y holgada puede ayudar a mantener el cuerpo fresco.
5. Vigile a las personas vulnerables: Compruebe regularmente que sus familiares y vecinos ancianos o enfermos están soportando bien el calor.
6. Centros de refrigeración: Las ciudades suelen habilitar centros de refrigeración para quienes no tienen acceso a ambientes con aire acondicionado. Busque el más cercano y utilícelo si es necesario.
7. Campañas de salud pública: Las campañas de concienciación y educación sobre las enfermedades relacionadas con el calor y su prevención también son útiles, especialmente dirigidas a los grupos de riesgo.
8. Planes locales en caso de ola de calor: Las comunidades y ciudades deben tener planes de emergencia para las olas de calor. Éstos pueden incluir servicios adicionales para los grupos de riesgo, como controles de bienestar, suministro de ventiladores o aparatos de aire acondicionado y aumento del personal de los servicios sanitarios.
Recuerde que es esencial reconocer los síntomas de las enfermedades relacionadas con el calor, como el agotamiento por calor (sudoración intensa, pulso acelerado, mareos, náuseas, dolor de cabeza) y el golpe de calor (temperatura corporal elevada, piel seca o enrojecida, pulso acelerado, dolor de cabeza, confusión, pérdida del conocimiento), y buscar ayuda médica inmediata en caso de que se produzcan.
Declaración de cineastas cubanos
Comunicado de la Asamblea de Cineastas Cubanos a propósito de una reunión con representantes gubernamentales cubanos.