Localización 6/7 en la #diásporacubana de jóvenes artistas: ubicación mediante una variable de justificada recurrencia. Esta vez he seleccionado a Jairo Gutiérrez Feut, radicado en Tréveris.
En síntesis, defines tu obra como “un estudio del documento en tanto concepto expandido, a través del cual las imágenes digitales registran el mismo proceso tecnológico de su producción”. ¿Cuánto ha perfilado tu trabajo el hecho de no permanecer en Cuba?
Creo que este hecho ha propiciado que, en mi trabajo actual, el discurso sobre política sea mucho menor que antes. Estando todavía en el ISA creía que el arte tenía que ejercer algún tipo de crítica sociopolítica, y que la función del artista era ser una especie de conciencia social. Mis trabajos abordaban este aspecto a través de performances, intervenciones, videos, y estaban entrelazados con temas como la memoria, los rituales y el tiempo.
En La Habana, empecé a chocar con los problemas éticos del discurso político y social. Fuera de Cuba esto se intensificó, y pude aclarar lo que me estaba molestando. Primero, que internacionalmente muchos artistas se valen de problemas políticos y sociales para lanzar su obra a un mercado que busca este tipo de trabajos. No siempre, pero muchas veces es solo oportunismo: hacen carrera y viven a costa de los males que otros sufren. Esto me molesta, pero tal vez se debe a mi ingenuidad. Al final, el arte es un negocio más, y ser oportunista es una estrategia común en cualquier otro campo.
El segundo factor fue ver que las obras de estos artistas no cambian nada en la realidad que ellos critican. La misma política que produce esos problemas, absorbe a esos artistas y los integra al sistema. Un poco como lo que describe el relato de Augusto Monterroso, “La oveja negra”.
Jairo Gutiérrez Feut, El color del tiempo, 2021.
En mi opinión, para cambiar social o políticamente algo, hay que actuar. Hablando en claro: hacer protestas, hacer peticiones, ejercer presión sobre los medios, divulgar información, unir al pueblo, etc. O cambiar la política desde dentro, cosa que, históricamente, al menos en Cuba, ha ocurrido con poca frecuencia.
Siguiendo con Cuba como ejemplo: la historia nos enseña que, desde el tiempo colonial y hasta el triunfo de la Revolución, los cambios sociopolíticos han sido creados mediante la acción subversiva y la lucha armada; en el menor de los casos, a través de procesos democráticos. Las artes han motivado, inspirado, comentado, etc., pero sería exagerado decir que cambiaron algo directamente.
En Europa, he visto la imagen externa que se tiene de Cuba y de la cultura cubana. La mayoría de las veces, está todo lleno de clichés. Muchos esperan que los artistas cubanos hagan arte político, que sepan bailar salsa y que tengan un aire caribeño alrededor de ellos. Se espera que las artes cubanas tengan un sello que diga “yo soy cubano”, casi como el cigarro o el ron. De todos estos clichés he tratado de distanciarme, porque sé que el arte cubano y sus artistas son mucho más que eso.
Una vez me preguntaron si a pesar de vivir y trabajar fuera de Cuba, yo clasificaba mi obra como arte cubano. Respondí que yo soy cubano, pero mi trabajo no tiene por qué serlo.
Jairo Gutiérrez Feut (Camagüey, 1986).
El mayor acceso a Internet y a herramientas digitales también ha influido mucho en mi trabajo actual. Al mismo tiempo, mis estudios en la Academia de Artes de los Medios de Colonia me condujeron a otros temas, y a crear también una postura crítica sobre los nuevos medios de comunicación. Aspectos de la tecnología digital como privacidad, vigilancia estatal, libertad de expresión, ética, estética e impacto cultural, son temas frecuentes en seminarios, críticas y eventos alternativos en la Academia. Desde entonces, el aspecto cultural de las imágenes digitales y la interconectividad tecnológica como medio de intercambio y distribución de imágenes, se han vuelto asuntos importantes en mi trabajo.
Localización de Lorena Gutiérrez en la #diásporacubana
“Aún no he concientizado completamente cuánto han calado estos casi dos años en Madrid, y cuánto han influido en mi trabajo. Siempre me he enfocado en temas estrechamente vinculados a mi país y su realidad, pero igualmente frecuentes en otras latitudes”.
