Infiltrados en el ISA: la exposición y la clase

Carlos Gronlier nos avisó de la exposición para el cierre de su curso de 2018 en la Facultad de Artes Visuales.

Blind spot contenía performances, lienzos, instalaciones, fotografía digital, videoarte, arte interactivo y animación. Tendríamos extras y una locación espectacular.

Nos agarró un aguacero torrencial. Llamábamos una y otra vez por teléfono a Carlos para asegurarnos de que se mantuviera el evento. 

Al llegar, notamos que gran parte de la edificación estaba en mal estado, se filtraba. En zigzag, evadiendo las goterasatravesamos los pasillos que conducen a la galería. 

Estábamos dentro de las míticas e inacabadas escuelas de arte cubanas. Solo el arquitecto cubano Ricardo Porro pudo terminar su obra. Los italianos Vittorio Garatti y Roberto Gottardi vivieron para ver sus diseños truncos. Víctimas de la llama ardiente de 1959 que elevó a los espíritus más sensibles con la misma intensidad con que, sin remordimiento, los convirtió en cenizas. 

Arquitectura y cultura revolucionarias. Estos tres arquitectos partieron de principios comunes. La integración con el paisaje, el empleo de ladrillos y losas de cerámica, así como la estructura de la bóveda catalana. 



Eric Morales añadido a la escena del ISA.



Los techos tienen tragaluces circulares que iluminan pasillos sinuosos y laberínticos. Las ventanas amplias sirven de telón al verde de la naturaleza abundante en esa área. Fue un propósito para inspirar a los jóvenes artistas. 

Aun dentro de la galería, las goteras nos salpicaban. Los estudiantes, junto a su profesor, movían las obras para que la lluvia no las dañara. 

La joven actriz Gabriela Ramos interviene en la escena con Carlos. Sofía, una estudiante de actuación y amiga de David,le critica la obra que tiene expuesta.



Carlos Gronlier y Gabriela Ramos en fotograma de la escena.



A Miguel le interesó una pintura de Jesús Hernández. Es la imagen de un hombre que tiene la piel desgarrada. El dibujo de su rostro pudiera evocar la figura de José Martí. La pintura es perturbadora. Siguiendo mi primera impresión, parecía un Martí monstruoso. Me recordó la extrañeza que provocan tantos bustos del Apóstol desperdigados por la Isla. Esa sensación la percibí la primera vez que regresé de un viaje al extranjero. Fuera de Cuba, cuando me llamaba la atención un busto o una tarja, había una relación cercana entre el lugar y la persona que protagonizó o participó del hecho. No es posible que Martí haya realizado hazañas en cada rincón del país. Es, además de confuso, distópico.

Teniendo en cuenta la frialdad de los colores de la película, el fondo rojo de la pintura fue sustituido por azul. También Miguel lo rebautizó con el título “Héroe nacional”.



Rodaje en la galería del ISA.



Esta escena tuvo como extras a los que estaban exponiendo. Además de Jesús y Carlos, estaban Kevin Ávila, Amanda Echevarría, Carlos Aguilera (profesor) y Viviana Ramos. Quedaron también algunos estudiantes que fueron a ver la exposición. 

Ante las innumerables goteras, Aguilera se disculpó. 

La escuela, en teoría, debe garantizar todos los recursos, incluidas las condiciones del inmueble. Las exposiciones terminan materializándose gracias a los esfuerzos y los bienes de los propios estudiantes. 

Hay un aspecto inquietante. La empresa estatal Paradiso parquea sus ómnibus cargados de turistas en el ISA. Cobra un precio exorbitante por el servicio de transporte y la entrada. Aún es un misterio el destino de esos fondos. 

A los pocos días, del decanato llamaron a Carlos para preguntarle si estaba haciendo una película con Miguel Coyula y de qué se trataba. Carlos respondió que sí, que la película era un triángulo amoroso donde su personaje está involucrado.

A Miguel se le ocurrió presentar en esa escena el personaje Korlan Pérez. La escena de los hermanos —como dije antes— se rodó en 2016, o sea, dos años antes. Eric Morales, ya radicado en Madrid, estaba de paso por La Habana. 

Filmamos con él delante de una imagen de la galería, desde un ángulo que no se había usado, proyectada en un televisor gigante. 

Es sorprendente cómo crea la ilusión de que, en efecto, Eric estuvo junto a nosotros durante el rodaje en la exposición de aquella tarde lluviosa. 


La clase 

Mar Rojo, Mal Azul, la primera novela de Miguel, se desarrolla dentro del mismo universo de su filme Cucarachas Rojas(2003) y de Corazón azul (2021). Es una suerte de trilogía. Su editor fue el escritor Ernesto Pérez. 

Aquel día en que rodamos en el aula de Carlos nos llevamos una sorpresa. Ernesto, el editor, era su maestro. Miguel decidió usar el audio real de su clase de dramaturgia donde analizaba la locura en la figura de Don Quijote.

Montamos la cámara, el trípode y le colocamos un micrófono inalámbrico a Carlos y otro a Ernesto. 

Mientras transcurre la clase, David está en otro mundo. Recuerda lo que ha vivido la noche antes, hasta que su maestro se dirige a él. 

En el tiempo de la película este momento sucede después de la escena de sexo

—Entonces hemos terminado. ¡David!, el decano te está esperando. 

Ernesto, justo antes de terminar la clase, dijo un parlamento marcado para la película. Esa, a su vez, fue la señal para que el resto de los estudiantes se levantara de su asiento y saliera del aula. Momento registrado también en Corazón azul

Después supimos cuánta simpatía despierta Ernesto en los estudiantes. Me leí una de sus novelas, Las largas distanciasdonde narra en primera persona el regreso de Londres, la pérdida de un amor y la expectativa de reencontrarse con La Habana.

Su casa está decorada con fragmentos de muchos lugares. Parece la casa de un libro de cuentos. Es como un collage realizado con sus manos. Lo visitamos varias veces. En otras, nos sorprendía él en nuestra casa. 

Luego seguimos el rodaje de Corazón azul. Después llegó la pandemia. Y con ella el olvido. ¿Qué habrá sido de él? 




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Fidel Castro, homoerotismo, fuga y una nueva actriz

Lynn Cruz

El cuero del sofá blanco donde se desarrollaba parte de la escena se rajó. La cubierta de la lámpara de noche se hizo pedazos. Hubo corazones rotos. Las velas ardieron hasta el amanecer y la esperma se desbordó.