“Guachineo” (Chocolate MC).
La segunda etapa del reparto, entre 2011 y 2017, es la era del morfa o del reparto negro. Es la época en la que adquiere características propias en su dinámica que lo separan definitivamente del reguetón clásico.
El inicio lo marca Yosvany Arismín Sierra Hernández, Chocolate MC, quien reaparece para cubrir la ausencia que generó la desaparición de Elvis Manuel. Estos seis años de crudo reparto llegan con la presentación al público del “Parapapampan” —conocido también como “El Campismo”— que Chocolate MC construye sobre la base de una crónica. Son años de oscuridad en las letras y las tiraderas[1] se vuelven más crudas y sangrientas:
El primer tema que tuvo pedal, dice King Dowa, fue “Vívela” (2012), de Chocolate, pero solo en algunos pedacitos. A partir de 2015 empezamos a utilizarlo en los coros. Ya, después, en las canciones completas. Eso, que ya no sonaba extranjero, con textos ácidos, melodías tipo Elvis y raps duros, resultó un género al que Chocolate bautizó “morfa” (cubanización de raggamuffin, subgénero del reggae) y al que en la calle le dicen “reparto”.[2]
“Parapapampan” (Chocolate MC ft. El Uniko).
Sobre el reparto comenzó a tejerse la leyenda de lo vulgar y lo bajo, de lo marginal. No solo es Chocolate; también El Micha logra empoderarse en el universo sonoro y se pega. Es el momento de hacer remix, temas en que participan cinco o seis artistas y entre todos hacen temblar el escenario.
Pero es la polémica con “El Chupi Chupi”, de Osmany García junto a un grupo de más de cinco cantantes, la que imprime la ruptura total con lo políticamente correcto. No hay en la historia del reparto una canción que, sin ser la mejor obra repartera de la época, haya levantado tanta discusión.
“P6-P9” (Iré Omá).
Lanzada en el propio año 2011, marcó un momento importante relacionado con el debate sobre la música urbana en la esfera pública. Sus explícitas alusiones de tipo sexual, la censura que sufre y el intercambio de declaraciones entre su autor y el entonces ministro de cultura Abel Prieto[3] son los elementos mencionados cuando se recuerda este tema.
A partir de este momento, el reparto, más que marginado, se vuelve invisible, underground, y comienza a funcionar sin estructuras industriales. Su música, cada vez más cruda, se repliega a los bonches en los barrios y Chocolate MC comienza a pujar por la corona que Elvis Manuel dejara tras su fallecimiento sin designar herederos.
“Me faltas tú” (El Yonky).
Por otro lado, Los 4, grupo heredero de Eddie-K, comienza a fusionar la timba, el reguetón y el rap. “Si se va a formar que se forme”, tema donde las trompetas son protagonistas, precede a los grandes éxitos de la agrupación en la temporada: “El oro es mío” y “Páfata”. Dos de sus integrantes (El Príncipe y Damián), tiempo después, conformarían el popular dúo Los Desiguales.
Los años siguientes son los rudos temas del morfa, las tiraderas, las luchas y el surgimiento de nuevos talentos que le impregnarán al reparto un calibre cimarrón y contestatario. Es el caso, en 2012, del surgimiento de Iré Omá.
“El Chupi Chupi” (Osmany García e invitados).
No puede hablarse del género sin mencionar al grupo que, con solo un disco, logró sintetizar todo el sentir del momento. En “Kimba pa que suene”, nombre de la producción y tema homónimo dentro del listado de canciones, hay una energía renovada, heredera del hacer de Chocolate y Adonis; pero marcada por la presencia de un discurso más visceral, más marginal y chabacano.
“Kimba pa que suene” (Iré Omá).
Temas como “P6 P9”, “La guagua de a peso”, “El panadero”, “Con el toto en la mano”, “Los mosquitos”, etc., encierran gran parte de la forma de vida del repartero adolescente, de su universo y su experiencia. No llegan a ser musicalmente elaborados desde su género, pero tienen una riqueza psicológica, analítica, sociológica y semántica de la dinámica repartera que obliga a considerarlos clásicos de la época.
“Le gusta el ona oh” (Harryson ft. El Taiger).
Otro referente en esta etapa, con una carrera meteórica y actualmente poco recordado, fue El Yonky, el Lady Gaga del reguetón cubano, quien utilizaba toda una serie de aditamentos y diversidad de colores en sus presentaciones, que se convertían en espectáculos parafernálicos con él como estrella en el centro del escenario.
“Muerte One” (Chocolate MC).
El Yonky exhalaba un desenfado tal en toda su universalidad, una sandunga y una alegría, que mucho le debe a su performance la normalización de dos hombres saludándose con un beso en la cara. Cuando se piensa en él, debemos remitirnos al legado de Celia Cruz y Rosita Fornés en los escenarios cubanos de la década de 1950. Dos de sus canciones más icónicas forman parte del patrimonio repa: “Canchanfleta” y “Me faltas tú” (“La bolsita de merienda”).
“Páfata” (Los 4).
Aquí hablamos de reparto, no del reguetón clásico —comercial— que siguió un camino enfocado a otro tipo de juventud. Los admirados Chacal & Yakarta y Los Desiguales, o los efímeros William el Magnífico y Patry White La Dictadora, pese a ser vistos desde el poder censor como miembros del universo underground, se relacionaban en otro tipo de espacio donde la marginalidad era inexistente.
“Ekobio monina” (Chocolate MC).
El reparto, descalzo y mugroso, seguía un camino que poco a poco lo volvía cada vez más oscuro. La voz de Chocolate se escuchaba en las bocinas portables con temas como “Cruza” (2013), “Muerte One” (2014) o cualquier tiradera. El reparto se había asentado y el público marginal y bailador lo sabía. Había logrado llegar a ser un género en sí mismo y eso, de alguna manera, había que mantenerlo.
“Fina pero cochina” (Chocolate MC).
Notas:
[1] Bajo este nombre son conocidas, en el mundo del reparto, las confrontaciones entre artistas, quienes van ofendiéndose (tirándose) en distintas canciones, a modo de controversia. Chocolate y El Chulo fueron de los más destacados protagonistas de esta expresión.
[2] Jank Curbelo: “Reparto: el reguetón de los pobres”, en https://eltoque.com/reparto-regueton-cubanos-pobres.
[3] En aquel momento, quien dirigía el organismo rector de la política cultural llegó a catalogar el tema de degenerado y a proferir contra sus intérpretes una serie de acusaciones de esta misma índole.
© Imagen de portada: Yosvany Arismín Sierra Hernández, aka Chocolate MC.
“Sonando en lo más pegao”
La etapa de formación de una leyenda: Elvis Manuel; la gran promesa malograda del reparto, el Rey eterno y esperado, con una ascensión meteórica —junto a Jerry— que encontró una muerte inesperada, en medio del mar, al tratar de emigrar hacia Estados Unidos.