Ser cubano es una combinación sin igual de presunciones y malentendidos, que implica aceptar una condición cada vez más patética y abstrusa.
El novelista caníbal y el muchacho polaco (derivas)
“Hay una lección que aprender sobre el amor cuando uno se adentra en el tejido perentoriamente material del deseo”.
Ejercicios de estío (lilas en la tierra muerta)
El sexo se cuenta entre los territorios realmente autonómicos desde donde se le presenta batalla al totalitarismo.
Cuadrivio de símbolos (presunciones de cubanidad y post-cubanidad)
Cuatro personajes que expresan con fuerza ʻalgoʼ de la identidad nacional: Cecilia Valdés, Fotuto, Elpidio Valdés y Pánfilo.
El bollo de Courbet (la indeterminación de las formas)
El bollo ʻrealistaʼ de una modelo real o el bollo ʻidealʼ del pintor.
La tentación de escribir
Uno vive donde vive: en el páramo. No en el de esa fastuosa y lúgubre (pero refulgente) novela titulada ‘Wuthering Heights’. Y voy a ver quién pinga me acusa de malinchismo.
Lord Byron, Hemingway, la realidad y yo
Esta pinga de apartamento que no es sino una especie de reflejo de esta pinga de país.
Por la esperanza (pequeño y drástico inventario de sobrevida)
Uno vive en Cuba y el contexto horroriza. O desalienta. O estremece. O deprime.
Figuraciones antes de que llegue el verano
Dicen que hay tipos matando perros. Y viejitos que se desmayan bajo el sol.
Suposiciones realistas al inicio de la primavera
Escribir es diseñar el destino, apresurarlo, convocarlo y hasta planificarlo, dentro de eso que los físicos místicos denominan ‘conciencia no local’.