Me cargaron, me levantaron en peso. De ahí, sentada en el piso con los brazos en alto, haciendo el símbolo de libertad con los dedos, me cargaron en peso unas ocho, diez personas, y me lanzaron adentro de un carro.
Me cargaron, me levantaron en peso. De ahí, sentada en el piso con los brazos en alto, haciendo el símbolo de libertad con los dedos, me cargaron en peso unas ocho, diez personas, y me lanzaron adentro de un carro.