Alejandra Atalah: La actividad curatorial como herramienta del activismo

Alejandra Atalah (Viña del Mar, 1984) es chilena, cientista cultural con mención en educación de la Humboldt Universität de Berlín, especializada en financiamiento cultural y curaduría (Universität der Künste Berlin) y directora-fundadora de LakBerlin, plataforma de información para artistas migrantes. Actualmente se encuentra trabajando para fortalecer alianzas y colaboraciones entre artistas y gestores culturales latinoamericanes en Berlín, y para orientar procesos de profesionalización de artistas para la creación de proyectos e integración.


Alejandra Atalah

Alejandra Atalah.


¿Cómo nace la idea de generar un hilo comunicativo entre artistas chilenes?

Son varias las razones, pero desde un punto de vista personal, creo que viene de una profunda empatía y admiración por les artistas, ya que los desafíos por los que pasan a diario son muy fuertes. Si bien para mí un/a artista se puede formar de múltiples maneras, en Chile la desigualdad de oportunidades es tan grande que el arte es un espacio más donde se pueden observar las diferencias socioeconómicas. 

La realidad de un/a artista pobre es distinta de la de otro/a que tiene acceso a un atelier o a una sala de ensayo; que tiene acceso a la experimentación y a otros elementos o herramientas. Son muchos los que tienen talento; sin embargo, en todas las esferas, el talento es algo que hay que trabajar, y si el terreno no es el apropiado, el camino puede hacerse bien pesado, ¿no?

También el acceso mismo a la información es diferente. En mi vida en Chile siempre tuve contacto con artistas. He visto cómo se tienen que mover para lograr hacer sus proyectos, vi las dificultades por las que muches pasaban y cómo a medida que crecían y comenzaban a independizarse, muchos/as terminaban haciendo trabajos que no tenían nada que ver con su arte, distanciándose así de él y generando frustración. Y eso no lo encuentro justo. 

Más de una vez conversé sobre lo paupérrimo de las políticas culturales, de lo engorroso de las postulaciones a fondos, etc.; puntos que no ayudaban en nada en el proceso de profesionalización.

Todos estos temas son los que precisamente han movido a miles de artistas a cruzar el charco y venir al norte a trabajar quizás en otra cosa, pero encontrando la paz de no tener que lidiar tan intensamente con eso. Acá por lo menos puedes trabajar en cualquier cosa y de todas formas tener tiempo para ti. Tener calidad de vida, ¿no? Aunque no es el paraíso, al menos existen miles de oportunidades más para desarrollarse como artista. 

Cada historia es diferente, y si bien la posibilidad de venirse a Alemania puede ser vista como un privilegio, no deja de ser desafiante en más de un aspecto. Y ese proceso me parece fascinante, porque la migración misma pasa a ser un acto creativo, y qué mejor que reunir relatos en el marco de un festival, generando diálogos en diferentes dimensiones sobre lo que significa ser artista-migrante. Qué mejor que poder aportar en ese proceso. 

Así fue como llegué a Chilean Conexión (chi-cx). Escribí un mail ofreciendo mi ayuda para ver los temas de financiamiento, conocer a artistas y ayudarlos a entender cuáles son los códigos y lógicas detrás de la gestión cultural y el financiamiento en Alemania en general y en Berlín en particular. Acá, efectivamente, existen muchos programas de financiamiento cultural, pero pocos saben que existen o cómo funcionan. Precisamente por eso me asocié con unas chicas peruanas y argentinas para la elaboración de una plataforma de información para artistas latinoamericanos/as. 

En LakBerlin, que es como se llama la plataforma, esperamos reunir la mayor cantidad de gestoras y gestores culturales hispanohablantes para compartir y colaborar con ellos/as, con el objetivo de fortalecer redes y que el acceso a esa información sobre profesionalización y eventos esté en un solo lugar.

¿Se establece una red de mujeres artistas chilenas?

Sin duda existe una red de artistas chilenas, existe sororidad en el área de la gestión cultural y las artes, pero no solo a nivel de chilenas, sino de latinoamericanas y extranjeras en general. Sin embargo, me atrevería a decir que no es solo el arte mismo lo que las une, también las causas desde las que se generan redes de diferentes tipos: de trabajo, de información, de gestión, etc.

¿Cómo han explorado su contexto migratorio en sus trabajos artísticos?

La adaptación de materiales, la resignificación de elementos y el idioma, son algunas de las formas. El mismo proceso creativo migratorio aparece sin duda en la temática de muchas artistas chilenas acá.


Estallido social en Chile. Daniela Zaror.

Estallido social en Chile. Daniela Zaror.


¿Cómo se han relacionado con la revuelta de octubre y el movimiento feminista, pensando por ejemplo en el trabajo de Las Tesis?

Como comentaba antes, la migración ha reunido a diferentes personas alrededor de causas bastante específicas y, en el caso chileno, el movimiento social ha evidenciado más de una razón por la que muchos hemos dejado nuestro país. El movimiento social ha generado un impacto enorme, porque ha dado inicio a un quiebre de paradigma que, me atrevo a decir, mucho/as de los/as que estamos acá, en el fondo del corazón, siempre deseamos.

Ver a las chicas bailar y gritar lo que nosotras mismas hubiésemos querido gritar en Chile, ha sido un acto sanador. Yo llevo once años viviendo en Berlín, acá estudié ciencias culturales, me especialicé en financiamiento cultural y curaduría, fui madre estudiante, en la universidad siempre me apoyaron y nunca nadie me criticó por el orden en el que hice las cosas, o por cómo me veía, etc. Acá, cuando quedé embarazada, me preguntaron si quería ser madre. Bueno, todas esas experiencias que mejoraron mi calidad de vida, las exigían mujeres de todos los portes, llenas de colores, liberadas y juntas. Creo que eso ha sido sin duda una de las cosas más bellas que he visto. Lamentablemente, desde lejos…

El movimiento social me llenó de alegría, siento que inició un proceso de cambio a escala humana. Luego se vino el 8M y, bueno, ya sabemos lo hermosa que fue esa manifestación en Chile. 

Estamos en una época de artivismo. El arte y el activismo se unen para dar voz, y el trabajo de Las Tesis es ejemplo de ello. El trabajo performativo vuelve a tomar la calle para hacer crítica social, para mostrar realidades

Tuve la suerte de ver a Las Tesis el 8M pasado, acá en Berlín; fue increíble ver reunidas a tantas mujeres, de tantos países y culturas diferentes, exigiendo sus derechos. Pude conocerlas y hablar un poco con ellas, y me parecieron gente súper real y lúcida. De hecho, les comenté del evento en el que actualmente estoy trabajando, que es una exposición sobre violencia de género, y espero poder traerlas para que muestren su trabajo. Su obra hace mucho bien.

Estos mismos hechos me han inspirado a curar otra exposición sobre el movimiento social con perspectiva de género. Creo que es súper importante gestionar espacios para que esto que ya comenzó no se apague, y también creo que hoy el objetivo de la curaduría se está ampliando y es fundamental entender el trabajo curatorial en relación a su rol social. Esta expo, eso sí, no irá dentro del marco de chi-cx, pues no coincide en el tiempo, y para ella no trabajaré con artistas que estén solo en Alemania, sino con chicas que residen en Chile y que expondrán acá.


8M. Foto Sonia Rossel.

8M. Foto Sonia Rossel.


Sabemos que estás a punto de lanzar una plataforma y de inaugurar la exposición de mujeres y movimiento social. ¿Nos puedes contar un poco más sobre eso?

Esta plataforma nació en 2015 con el nombre de Kulturer. Sin embargo, en aquel tiempo no pude desarrollarla como hubiese querido: por un lado, me hicieron falta varios conocimientos más respecto al escenario artístico y sus lógicas en Berlín, como también un equipo de trabajo, el cual finalmente apareció al retomar el proyecto. 

Yo no soy mucho de grupos de Facebook, pero llegué a uno llamado Latinas en Berlín, que me sorprendió por el nivel de buena onda y motivación por parte de quienes participan en él. Fue ahí que publiqué un comentario preguntando si alguien conocía gestoras culturales u organizaciones latinoamericanas. En ese momento yo estaba haciendo un catastro de ellas, y pensé que quizás podría dar con más nombres. A cambio, aparecieron un par de chicas muy motivadas con el tema de la gestión y con la posibilidad de hacer algo juntas. Así fue que se creó Radar, que luego derivó a LakBerlín.

Desde diferentes áreas comenzamos a trabajar y a darle vida al proyecto, contactando organizaciones, apoyando a artistas, etc. Nuestra idea es compartir información. Ya sea a través de redes sociales o mediante una página web que reúna diversas iniciativas y organizaciones que tengan que ver con gestión cultural, desarrollo de proyectos artísticos, financiamiento, etc.; para que la búsqueda, al momento de llegar a Alemania o al querer profesionalizarse, sea más rápida y amable. Muches hablan poco alemán o inglés; otres simplemente no conocen las lógicas detrás de la creación de proyectos culturales y su respectivo financiamiento, etc. No saben a dónde dirigirse, y acá hay mucho apoyo en ese sentido: existe un mundo que lamentablemente no nos pasaría por la cabeza que existe, solo porque en nuestros países es impensable que el arte tenga un rol importante. 

Bueno, junto con eso, compartimos los eventos de estas mismas organizaciones, para apoyarlas en la difusión. Para nuestro equipo en LakBerlin es fundamental el tema de la colaboración. Si bien hemos tenido un comienzo un poco loco con esto del coronavirus en el medio, las chicas son lo máximo. Vero Celedón y Sabrina Rocha en comunicación, Nathaly Zamalloa y Carmen Jaimes en contenidos, y yo en dirección y gestión del proyecto. El 26 de noviembre lanzamos la página web.

Con respecto a la exposición de artistas chilenas y sus registros o creaciones relacionadas al movimiento social y el 8M, solo puedo decir que nace de mi interés por generar instancias de diálogo y reflexión. Siento que es fundamental mostrar los relatos de mujeres sobre mujeres, para visibilizar el tema social desde una perspectiva de género. Me intriga ver la estética, los cambios paradigmáticos que aparecerán; estoy emocionada de poder ver las obras y analizarlas desde el despertar, desde el renacer. Hasta la percepción del espacio y la materia nos cambió. Es increíble.

Para mí, la actividad curatorial es una herramienta del activismo. Es importante aportar desde donde uno/a está siempre en posición de privilegio respecto a otres. Es por eso que hay que generar espacios para que, cuando haya relato, este se construya desde el lugar que corresponde. A eso hay que aspirar. Es por ello que trabajaré muy ligada a las artistas.

Así mismo veo mi trabajo sobre violencia de género y la expo grupal internacional. Para ello estoy trabajando con una crítica e historiadora del arte de Georgia, Manana Potskhverashvili, a quien conocí en una especialización en la Universidad de las Artes de Berlín. Es encantadora, y trabajar con ella también es muy interesante, pues los diferentes orígenes e historias enriquecen absolutamente el proceso de conjunto.


Putas vírgenes. Claudia Barbera.

Putas vírgenes. Claudia Barbera.




Sandra Vásquez de la Horra

El arquetipo de la mujer infame desde La primera mujer

Melisa Matzner

La representación de la mujer constituye una constante en el trabajo de Sandra Vásquez de la Horra (Viña del Mar, 1967). Pareciera ser representada a partir de la presión moral que se genera entre lo que podríamos llamar la mujer “honorable” y la “infame”: las mujeres aparecen como brujas, prostitutas, monjas, madres o diosas.