Adiós a las almas

Yo, el más viejo de la fiesta: treinta años.

Mansión nada mansa de Miramar convertida en museo posmoderno. Negros roqueros, blancos raperos, inconformistas experimentales, bisexuales indecisos, rebeldes de pacotilla.

Raimel, el niño bitongo de papá, se levantó y dijo vamos a meter un fiestón el sábado por la noche. Home alone grita ahora y me echa en cara sus veinte años, su piel tostada, su cadena de oro, su pene pequeño pero bien erecto, su energía para el sexo, porque a mi edad, JAAD, me dice victorioso como si yo fuera un vejestorio, se pueden echar tres palos seguidos el instrumento no se cansa ¿entiendes? la alimentación la papa caliente pobrecito del cubano que está a chícharo y picadillo de soya debe encabillarse una vez a la semana y me abre el refrigerador para que vea los jamones la carne de res cinco o seis pollos queso de este tipo y de este otro mi mamá lo compró la semana pasada diez fulas la libra, y veo un tocino, grande y gordo, y le digo al niñito que nació en cuna de oro: ¿no te gustaría tener una mandarria así? Las mujeres te iban a caer atrás por tu pistola, por tu bomba, y no porque vives como un príncipe.

Eres un machista, JAAD, eres un machista —y cierra el refrigerador de un portazo—, yo soy un pequeño príncipe rodeado de esclavas, Varadero El Cohíba la disco del Comodoro el Lada de mamá y el Subaru de papá ¿quién se resiste? dime ¿qué jevita se resiste?

Lulú, pienso. Lulú es diferente. Lulú es un dinosaurio en esta ciudad de ratas. Parece etérea, no le importa mi ropa vieja, que no tenga ni bicicleta ni un santo dólar. ¡Oh! dólar nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.

Ella es feliz si vamos a la tumba de Zenea, al Cristo de la Cabaña, a ver el mar. No es de este mundo podrido que se disfraza de puro, que nos vende la imagen de mártires y profetas, mientras nos morimos de hambre.

Pero no le digo nada a Raimel. Lo miro. Va de un lado a otro atendiendo a sus invitados. Todos llegan, se sientan, se besan, parlotean, no sé si ahora es cuando se quitan o se ponen las máscaras.

Lulú no vino: “Tengo que estudiar, no puedo”.

Siempre estudiando. No por gusto es una de las mejores alumnas de la Lenin. “Esas fiestas no me gustan, es perder el tiempo. Son todos unos snobs, retrasados mentales”.

Pienso en Lulú. ¿Cómo es posible que tenga una amiga como Yiliam? Yiliam no piensa en otra cosa que no sea marihuana, alcohol, heavy metal, sueña con ser actriz, es mi gran ilusión me gustaría ser el protagónico de una película pero algo fuerte de verdad sádico supermorbo, espérate ¿a qué te refieres? le pregunté, se echó a reír en mi cara, eres un niño con tus treinta años ¿que a qué me refiero? claro JAAD una película porno, Sussette dice que conoció a un mexicano en Varadero que se lo propuso ¿te imaginas? Dólares muchos dólares por templar ¿no te gustaría JAAD?

Lulú y Yiliam son tan diferentes. Yiliam se burló de nosotros el día en que se enteró que su amiga me había escrito un poema y dedicado La Tregua de Benedetti.

Yo no me creo esa novela ¿cómo es posible que una jovencita se enamore de un viejo? Mira, JAAD, Benedetti escribió esa novela porque es un frustrado sexual.

Lulú me abrazó en ese momento y me besó delante de todo el mundo. Había cumplido quince, ocho días después que yo cumplí treinta. No importa la edad. Pero disfrutamos el morbo de la edad. Disfrutamos del sexo, pero no importa el sexo. Caminamos por la ciudad y nos sentamos en un parque y hablamos durante horas.

No nos importa nada más. Yo me muero por su juventud y ella por mis arrugas y muchísimas veces sólo nos besamos y nos cogemos las manos y nos miramos fijamente. Y es todo.

Yiliam es una envidiosa, una superficial. Estoy en la fiesta. Lulú no quiso venir. Yiliam se me acerca. Está borracha. Me coge por el brazo y me lleva para el cuarto de Raimel.

¿Por qué vine a esta fiesta? ¿Qué hago aquí, si yo me creo diferente de ellos? ¿Vine solamente por tener una experiencia para luego escribir un cuento?

Soy un enfermo de las palabras. Escribir, escribir. Y, cuando escribo, me sale caca. ¿Vine porque soy un reprimido como Benedetti y nunca lo hice cuando adolescente? ¿Vine porque hace cuatro días vi a Yiliam en la playa y no he podido olvidar sus tetas tan duras y su bollito rosadito, mientras el novio de turno le hacía de todo y ella sabía que yo estaba mirando y gozaba con el show y después se masturbó para que yo la viera, abierta, bien abierta, mostrándomelo todo?

¿Vine por eso? ¿Vine por ella? ¿Me alegré cuando Lulú me dijo que no vendría y Yiliam me guiñó un ojo y me susurró, no importa, vámonos tú y yo? Tampoco soy diferente.

Todos estamos podridos. Entramos en la habitación de Raimel. Eso es todo. Yiliam que está borracha y trae a Kelia. De pronto, me veo con dos ninfas, dieciséis y catorce. ¿No pueden acusar a las menores de corromper a los adultos?

Necesitamos intimidad, Raimel, dicen las niñas. Quieren hacer un trío. Cerramos la puerta. Ellas se desvisten y yo observo la habitación. En una pared, el Che y una modelo del cine porno.

¿Quién decoró el cerebro de este jovencito? Death Metal y un afiche de Moscú no cree en lágrimas. Sobre una mesa: Stephen King, el último número de Hustler, un periódico Granma y un vibrador sin baterías. Lo miro todo y me río.

Me cago en esta pared. Me cago en este cuarto. Me cago en toda la casa. Me doy cuenta que soy un viejo.

La pared, el cuarto, la casa, las niñas que se quitan la ropa, todo es un espejo para ver cómo me aplasta mi propia historia.

Son románticas y bohemias y no creen en toda la verborrea de los padres y la escuela. A los quince años se es vieja para el sexo, dice Keila mira a la propia Yiliam, que con trece se acostó con su novio en la escuela al campo mi primera experiencia fue a los catorce con un muchacho de veinticinco un vecino que se ganó la confianza de mis padres y total si ella es una niña y él sería incapaz de hacernos una mierda estoy seguro yo también fui joven ellos se aman platónicamente el muchacho se ve serio y noble y con buenos sentimientos y educado y respetuoso y hasta es militante de la juventud parece que mis padres no sabían que los jóvenes comunistas también tiemplan claro no me arrepiento al fin de cuentas fui yo quien lo provocó y él me gustaba y todas las mujeres miraban para la portañuela porque se le marcaba de este tamaño y de verdad que es bonito y un día me cogió en su casa y mis padres pensando que estábamos viendo un discurso dedicado a los jóvenes herederos de las conquistas del socialismo y la necesidad de ajustarnos a las nuevas condiciones del período especial y José Alberto metiéndome los dedos y una pajita primero y bla bla bla y qué rico y ¡ay, papi que rico! y déjame chuparte las teticas y bla bla bla y qué rico papi y mira qué grande la tengo y no te preocupes que no te va a doler porque soy un hombre con mucha experiencia y ábrete un poquito y relájate y bla bla bla y qué rico papi y zas me la metió y me gustó y después ya tú sabes mi novio y el novio de Yadira y el profesor de química y el teacher que es un profe súper volao y a cualquier niña de séptimo octavo o noveno le metía pila y Aimel y por qué no te callas Keila todo el mundo sabe que tú eres una caliente del carajo pero cállate ya y mira a JAAD y deja que te toque para que veas lo que es estar con un hombre de treinta años esto sí que no es una bobería.

Lulú dice que su mejor experiencia con él, fue cuando le hizo una paja en un M-7. Dime, JAAD, ¿eso es verdad?

La gente la peste los empujones los carteristas los descarados pegándosele a una y JAAD que le metió una mano por debajo de la saya y la tocó todita y ella que se mojó y él que le decía al oído que le gustaba su perillita y que se le mojara tanto y tan rápido y lo caliente que se le ponía y nadie se daba cuenta y JAAD toqueteándola toda y otro día en un parque y en el teatro viendo El lago de los cisnes y en una escalera y él enseñándole a disfrutar bajo presión.

Lulú decía que tú le decías que eso era desarrollar el erotismo en situaciones peligrosas, pero Yiliam, esa Lulú es una bitonga ¿tú sabes qué edad tenía el profe de química? ¿y tú sabes lo que me hizo el teacher de inglés en plena cátedra?

No me importa, Keila, digo yo, ahora te voy a enseñar cómo los principiantes de la calvicie hacen el amor, qué ridículo Yiliam tu amiguito de los bigotes amarillos es un ridículo no se dice “hacer el amor”…

No me importa cómo se diga y ya estoy frente a ella, Yiliam tu amiguito debe ser mala hoja ¿cómo es que Lulú lo puede soportar? cállate Keila, dice Yiliam y se coloca detrás de mí y me acaricia sí ya sé, claro, Lulú lo aguanta porque está bien entrenada Lulú aguanta cualquier cosa Lulú tiene un hígado a prueba de balas y me canso de aquella cotorrita y la única forma de hacerla callar es metiéndole un tapón de carne en la boca y zas, pas, bas, tas, cuas, ras, chuas, glu, glu, hasta la garganta, y picotazos van y picotazos vienen con la cotorrita y estuve con las dos más de hora y media sin parar un segundo, un gran momento de inspiración con aquellas terneritas y cuando terminamos le pregunto a Yiliam que cómo sabía todo lo que yo había hecho con Lulú.

Seguramente le robaste el diario y leíste todo lo que tiene que ver con nosotros. Eso no se debe hacer, Yiliam, aunque sea tu amiga.

¿Quieres callarte, JAAD? Lulú me lo contó, soy su mejor amiga, ¿no? Ella me lo contó todo.

¿Por qué te lo dijo? Lulú es muy discreta y no comenta nada y es diferente y Yiliam que se levanta y se ríe y me dice ingenuo y se va con Keila.

¿Y qué significa eso de estar bien entrenada? Se ríen. ¿Qué pasa con Lulú? Dime, Yiliam, ¿qué está pasando con Lulú?

Se ríen. Se burlan de mí. Ustedes le tienen envidia a Lulú, eso es lo que pasa. Ella no es como ustedes. ¿Sabes a que edad partieron a Lulú? Pregunta Keila. Sí, lo sé. Claro que lo sé. Y estoy a punto de gritar que fui el primero, que ella me lo pidió cuando cumplió los quince, mejor que seas tú, JAAD, un tipo loco pero diferente algún día tendrá que ocurrir y prefiero que sea contigo y vimos la lluvia, rompió a llover apenas terminamos de hacer el amor y nos quedamos en el suelo, oyendo a Carlos Varela y viendo desde un quinto piso cómo La Habana se ahogaba con tanta lluvia, ojalá que llueva durante cuatro años, como en Macondo, le dije, hace falta mucha agua para limpiar esta ciudad, la mierda de esta ciudad.

Pero no grito, sino que me quedo solo en el cuarto, Yiliam y Keila se han ido, ya están en la sala como si nada hubiera ocurrido. ¿Por qué Lulú le contó eso a Yiliam, que todo lo habla, que es una tonta, que no va a entender nada de nada, que todo lo confunde?

Me quedo solo en el cuarto. Afuera la fiesta, torsos musculosos, nalgas compactas, la música tecno, el alternativo, la industrial, el no sé qué y la no sé cuál y Willy Chirino y Celia Cruz y pon una película porno en el video y mira para el rincón, allí está Raimel con la loquita de Daymaris y esa rubia va a terminar haciendo tortilla con Yenni apuesto lo que tú quieras que dentro de una hora las dos están dándose lengua y lengua y metiéndose el vibrador que trajo de Italia el puro de Raimel oye el puro de Raimel no trajo un vibrador trajo una maleta con diez consoladores de diferentes tipos y tamaños y yo los vi todos porque Raimel es mi socio y me los prestó cuando Laura y yo nos fuimos para Varadero con el tío de ella que es general y otra anfeta y otra más y el paco y el pito de marihuana y somos románticos y bohemios y rebeldes y la vida es una mierda y si no tienes dólares pasas tremenda hambre y no puedes divertirte ni ir a una discoteca ni echarte arriba un par de nike o unos adidas y mi padre se quedó en Alemania y el mío en España y fulano se fue en una balsa y a mengano le metieron tres años por salida ilegal y al padre de zutano lo llamó el partido ya saben que su hijo sale con jineteras y anda con turistas y recibe ropas y revistas de rock y dinero y dame más, JAAD, qué rico es hacerlo con un viejo y yo no soy viejo tengo sólo treinta y qué rico pero eres un viejo mírate las arrugas y los dientes que te faltan y te estás quedando calvo pero qué rico tú mamas y te mueves y dame por culo que soy señorita dame por culo que soy señorita por atrás y quiero llegar a los dieciocho y haberlo probado todo.

Solo en el cuarto, escuchando las voces de ultratumba que me llegan desde el resto de la casa y recordando lo que pasó con Yiliam y Keila hace una hora. Me parece que ya han transcurrido diez años.

Estamos en los noventa. La época donde el gran héroe es el diskyoqui y las muchachas superaron a la Lolita de Nabokov, esa retrasada mental.

JAAD, eres un frívolo, un viejo, un ingenuo, en fin, un comemierda. ¿Qué estupidez era esa de andar por ahí prestándole a los adolescentes El hombre mediocre o Las fuerzas morales, hablando del amor, los valores, y, asere, deja esa muela que nosotros somos prácticos, materialistas y más calientes que tú.

Pero JAAD comprende que no tiene vocación de santo. JAAD es borra de café, un muñeco parlotero que no va a salvar el mundo, si es que el mundo tiene salvación. Y claro, yo soy JAAD, el perdedor que a veces triunfa. El segundón, el que siempre llega tarde. Y comprendo que mi mierda no va a desbordar el excusado.

Así las cosas, tuve que adaptarme a los noventas y una noche me veo en una fiesta con Yiliam y Keila y con Ivis, diecisiete, y gocé la tortillita de Karla, veintiuno, con Yudisnaisy, dieciséis, y vi a Raimel, dieciocho, y a Fabián, quince, con Yamila, quince, y me llevé el teléfono y la dirección de la China, veinte, y de su prima, quince, y me dijeron dónde podía comprar anfeta cada vez que quisiera y la dirección de un banco de películas porno y vamos pal Atelier que eso se pone riquísimo y te espero en el Café Cantante y la rocoteca de Línea la cerraron porque había coca y el patio de María es una mierda y tol mundo sabe que en el Manolito Aguiar el fraude está al pecho y la Lenin es un relajo si la gente se cuela por la noche y se forma el despelote en cualquier albergue si hasta JAAD va a ver a Lulú que está en décimo y dice que es el tío y se queda con ella tres y cuatro horas y sube al albergue y en cualquier escuela los profesores toman ron hasta jumarse en los Camilitos en el Pre en la Escuela al Campo y cuando viene el ministro todo está limpio y dan buena comida y la cocinan bien y los problemas los vamos a superar (pausa) con sacrificio y voluntad (pausa larga) como corresponde a la nueva generación (ovación prolongada) la gente se ríe y hay quien se tira pedos y otros se echan a llorar y empiezan a cantar después de tanto tiempo y tanta tempestad ¿y tú estás con esa Lulú?

Sí, ¿por qué? ¿y de verdad que tú vas a la Lenin y toda esa descarga del tío? Sí, ¿por qué?

Tú eres un loco si te cogen vas a ir cana ya lo dijiste si me cogen ¿y por qué tú me preguntaste si yo estaba con Lulú? y fíjate si la cosa está mala que como tres mil maestros se fueron este año de educación hap hap hap y muchísimos lo que quieren es trabajar en el turismo ¿y cómo tú sabes eso? porque mi padrastro trabaja en el Ministerio de Educación tú eres bobo o qué ¿cómo lo van a decir por la televisión? hep hep hep tú sabes bien que en la televisión todo está de maravillas hay jama hip hip hip medicamentos en moneda nacional hop hop hop todo el mundo es vanguardia hup hup hup y no ponen programas cómicos porque el humor en este país es muy crítico y se mete con el gobierno hap hep hip hop hup ¡qué borrachera!

Dime, ¿por qué tú me preguntaste si yo estaba con Lulú? Nada, por nada. Pero, dime, ¿tú estás con ella en algo serio? ¿Algo serio? No sé, ¿por qué tú me lo preguntas?

Mira, bróder, esa niña estuvo con el profesor de educación física y le mete a la piedra ¿a la piedra? ¿qué cosa es eso? asere ¿qué edad tú tienes? ¿en tu época no se le metía a la piedra? mira esa es la droga que se mete en una lata de cerveza o refresco y se fuma y te pones peor que con el fori y Lulú le descarga también al hongo y le sale la loca que tiene dentro y se pone hablar del viaje astral y toa esa moña en el fondo ella es buena chama tiene que estar en su casa a las doce de la noche pero de ocho a doce acaba con media Habana asere no le digas esas cosas al temba que él está con ella y no te preocupes sigue hablando si entre ella y yo no hay nada serio bróder tú te calientas enseguida la cabeza me parece que tú tienes treinta años por gusto aquí la onda es seguir la corriente y saber vivir hap hep hip hop hup ¡qué borrachera! aquí la cosa es saber vivir olvídate de la chama esa esta fiesta es pa divertirse tómate un trago y ponte pa la niña aquella veinte añitos y mira qué rica mejor está la otra quince primaveras y mira el culo que tiene y cuál te gusta a ti, JAAD

¿Y, fiera, por qué tú tienes un nombre tan extraño? ¿Ese nombre es inglés o ruso? Deja eso, mi colega, que pusiste a gozar a Yiliam y a Keila si aquí afuera se oían los gritos y la falta de aire de Raimel ¿y a tu papá no se le para el caballo? ¿entonces por qué trajo una maleta de consoladores? así se tiempla más rico ojalá en este país permitieran las tiendas de sexo las revistas porno los filmes las putas templando en vivo mi papá me contó que todo eso existe en Europa y en el Yuma bueno aquí existe una Paladar donde las jevas trabajan encueras y te sirven la comida y te traen la cerveza y uno ahí vacilándole las tetas y el culo y ellas se ríen pero eso es escondido son una pila de años en cana si te cogen y además esa Paladar es para los turistas o para los macetas y mira bla bla bla bla.

Una mansión con misión de cementerio. Dos de la mañana. Yiliam tiene celos de Lulú.

Lulú habla de otras cosas y no viene a estas fiestas. La Lulú de la que hablaban no es mi Lulú. ¿Y si me engaña? ¿Y si conmigo se hace la niña buena? ¿Cuántas aquí no son lo mejor de cada casa? ¿Cuántas y cuántos no tienen engañados a sus padres?

Ellos mismos se mienten unos a otros y de manera constante. Dice Yiliam que hoy en día cualquier adolescente se va con el turista el maceta el que tiene un Subaru un Toyota .Yoetis, con catorce, se acuesta con su padrastro porque es gerente en el Cohíba y el tipo tiene un baro largo la complace en todo lo que quiera la niña ahí va el tipo a gastarse los fulas, dice Yoetis que a los doce empezó el jueguito y la madre no se da cuenta de nada

¿Quién engaña a quién? ¿Me estoy poniendo viejo? Más sabe el diablo…, mentira.

Soy demasiado patético. Menos mal que hace años vencí el complejo de la eyaculación precoz y ya no me orino en la cama.

Salgo a la noche. Respiro el mar. No tengo energías para seguir hasta el amanecer. Cuerpos que se rompen, se descuartizan, se gastan, se pudren.

Voy caminando hasta Quinta Avenida y arrastro los pies. Me pesan los huesos y los pensamientos. Yiliam sale detrás de mí y me dice que le duele el culo. Se lo dirá a Lulú. Caí en la trampa. Es el final.

Pero, ¿esta historia tuvo alguna vez un comienzo?

Con una mentira tras otra se puede reconstruir un país, una ideología y acostarse uno con todas las adolescentes del mundo. A Yiliam le duele el culo. Casi una metáfora.

—Toma —digo y le extiendo un libro.

—¿De dónde lo sacaste?

—Me lo robé de casa de Raimel. Lo único bueno que encontré en el librero y en toda la casa.

—Gracias. Me gusta mucho Hemingway. Creo que si lo hubiese conocido me hubiera acostado con él.

—Alégrate de no haberlo conocido. Te hubiera sacado los intestinos por la boca.

—¡Ay, JAAD! No exageres. ¿Era un hombre tan malo?

—Depende de cómo mires la cosa. A veces es mejor levantarse la tapa de los sesos.

—Oye, JAAD, Lulú me dijo que tú eras un romántico supervolao y siempre estabas deprimido. ¿Tú te vas a levantar la tapa de los sesos? Dime, JAAD, ¿tú serías capaz de matarte?

—No te preocupes. A lo mejor todavía estoy vivo para la otra fiesta.

Caminamos en silencio.

La otra fiesta. La otra vida.

Una sola tapa para los sesos.

Un Citroën blanco pasa cerca de nosotros, a poca velocidad. Lo conduce un sesentón con barriga de elefante, manos de rinoceronte y cara de extranjero. Es decir, rosada, limpia, llena de satisfacción.

A su lado, ella, la adolescente bellísima. Aire de virgen perversa, vestido escotado, dientes de niña, ojos de mujer, sonrisa de cadáver.

Ella, Lulú. Mi Lulú.

Yiliam y yo nos quedamos paralizados. Yiliam, por mí. Yo, por Lulú.

Recuerdo y entiendo las palabras de Keila. No importa, sigo caminando rumbo al mar.

Yiliam espera que yo grite, salga corriendo detrás del automóvil. Pero, ¿era realmente ella o me hice la idea? ¿Estoy borracho? Hap, hep, hip, ¡al carajo! Hip,hop, hup.

Sólo me importa una pregunta. Una pregunta que ahora necesito hacerla más que nunca:

—¿Por qué ustedes le tienen miedo a la vida?

—No entiendo, JAAD. No comprendo tu pregunta. Tú eres el que siempre está hablando de suicidarse.

Y sigo rumbo al mar.

Caminamos hasta la desembocadura del río.

¿Quién tiene deseos de acabar pronto con la obligación de vivir? A mi espalda tenía una ciudad de papel, desgastándose contra la melancolía y el hambre y el miedo.

En vez de llorar, me eché a reír.

Reír. Reír. Reír.

La Habana no cree en lágrimas.





* Este cuento forma parte del libro Adiós a las almas (Premio Pinos Nuevos 2001) de Jorge Alberto Aguiar Díaz, publicado por la editorial Letras Cubanas en 2002 y posteriormente censurado.




los-cuatro-pilares-de-la-civilizacion-moderna

Los cuatro pilares de la civilización moderna

Por Vaclav Smil

Cuatro materiales forman lo que he denominado los cuatro pilares de la civilización moderna: cemento, acero, plásticos y amoníaco”.