Fefita me esperaba en el solar y éramos felices. Cuando nos cansábamos de templar, entonces le hablaba de literatura. Nunca se había leído un libro. Todo le parecía aburrido, demasiado lindo y falso.
Etiqueta: Adiós a las almas
Paloma
Abrió la puerta, borracha, desnuda: “Estoy haciendo ‘body-art’, tengo una vulva de colores y esta noche me voy a suicidar”, dijo.