DOCEPASOSARRIBA

UNO

es terrible no tener con quien hablar y este sentimiento persiguiéndolo a uno a todas horas para hacerte sentir como mierda culpable porque solo tú sabes pero a veces imaginas que todo el que te pasa por el lado se imagina lo que sabes y la angustia se te enrosca en el cuello como una culebra prieta y te tumba la mirada entonces caminas con los ojos a gachas por el campamento y cuando ves a Mariana tan linda con esos ojitos sinceros que te dicen te quiero te amo hazme el amor y tú que no puedes porque sabes que en ese mismo instante no la quieres ni la amas y si fueras a acostarte con alguien desearías que fuera Rebeca que la has estado mirando toda la cabrona semana cada vez que se agachaba a recoger las hojas de tabaco o se iba caminando por el surco y se sacudía las nalgas sucias de tierra colorá o se quedaba solita alejada de las fiestas para leer su librito de poemas se veía tan linda tan estudiosa no como las otras que se pegaban de la botella para irse detrás de los baños con cualquiera y aunque Mariana no es así porque la habían criado en La Habana con una buena familia después que a su viejo lo mataron en la Sierra y hasta le pagaron un curso para kindergarten en la Escuela Normal y antes del 61 me cantaba con su voz de ángel las canciones de Marilyn Monroe me acostaba en sus piernas lindas que olían como el durazno del patio y yo lleno de grasa y sudor aun así nos reíamos mucho cuando me decía que era un zorro y que si su papá segundo me cogía sateando con ella me iba a patear el fondillo como decía el señor hasta que Fidel se cayera y nos reíamos más fuerte pero sin que don Luis se enterara claro que no Marianita no era una cualquiera pero esa Rebeca no sé tiene una cosa arriba que pone muy triste y me hace agua la cabeza porque me quedo pensando si ella también me mira aunque la he visto mirándome pero lo que quiero decir es si ella me mira como yo la miro y para qué rayos quieres saber eso si al final tú tienes novia y lo más probable es que Rebeca termine llena de huevos reventados en la cara cuando decida irse de aquí porque el papá vive en Madrid o Valencia no sé y esto a cada rato parece joderse más con la jodienda de los americanos y cuando se ponga malo pero malo de verdad seguro el padre la manda a buscar y se aparecen frente a su casa las mismas gentes que le gritaron cosas a don Luis cuando se fue hace cuatro meses con su niñita de brazos y su mujer a Miami no sé coño no sé qué malo es que nadie te entienda cuando tienes estos líos 

No se juega con la noche. Yoe Suárez

Ya disponible en Amazon:

Presentación oficial: viernes 7 de junio de 2019. 20:00 h. Centro de Arte Moderno. Calle de Galileo, 52, 28015 Madrid

DOS

si le cuento al negro Mario que Rebeca me gusta mucho y que no me acerco por Mariana me dice que los blancos siempre andamos con la misma mariconá que si por él fuera ya se hubiera templado a la rubia seguro me cuenta de nuevo la historia de cuando se echó al pico a aquella vecina suya na más que el marido salió para Girón pero me cago en diez yo no soy como el negro Mario ni Rebeca como esa mujer pobre pero decente me dijo mi padre desde que empecé a trabajar en la casa de don Luis arreglándole el carro el jardín lo que hiciera falta pobre pero decente yo no puedo traicionar a Mariana pero cojoyo tampoco me puedo sacar a Rebeca del cocote no quiero que diga qué guajirito más engreído que piense que no la miro porque me creo cosas la otra tarde le devolví el librito de poemas que me había ofrecido después que saqué la araña de su taquilla contra qué suerte yo era el único hombre en el campamento ese día y ella probablemente la única muchachita que le teme a las arañas qué suerte chico qué suerte y después riéndose y los ojitos chinitos se le ponían más chinos y parecía una china si no fuera por el pelo que se le riza precioso y es dorado como el sol vaya si es que parezco un poeta y todo yo también le hice poemas a Mariana cuando nos enamoramos y le decía mi muñequita mi rayito de luna mi cielo embriagado de estrellas yo sentí por ella algo igual a lo que hoy me martilla el sueño cuando pienso en Rebeca partía el corazón ver a Mariana llorando cuando se fue don Luis cuando le dijo idiota porque quería quedarse yo sé que el viejo lo hizo por bien y no por mal porque pensaba que a Cuba la iban a volar en pedazos los barcos americanos y no quería que Maria muriera igual que su padre por estar del lado equivocado como decía entonces yo y ella fuimos para mi cuartico en Marianao y las viejas santurronas de la cuadra empezaron a hablar mal de Mariana que vivíamos juntos sin estar casados que cuándo se había visto que una muchacha usara pantalones como los hombres que esto que lo otro que lo nuestro no iba a durar entonces cada vez que salíamos de la casa lo hacíamos con las manos bien apretadas la mejor sonrisa en la cara y haciéndonos mimos como las palomas pasábamos así por frente a las casas de las viejas sin armar escándalos decentemente con la mayor educación para que las viejas putas aquellas se metieran la lengua por el culo cómo nos reíamos cuando llegábamos a la esquina vestidos de milicianos nos dábamos un beso como los de las películas mexicanas y no se nos quedaba la sonrisa hasta llegar a nuestros trabajos imaginábamos las caras arrugadas de las chismosas siguiéndonos tras las puertas y persianas entreabiertas y cuando llegaba tarde hecho polvo del trabajo de mecánico que conseguí por el Biltmore y los estudios de noche ella ya estaba dormida porque viraba temprano de dar clases en una primaria cercana y se ponía a planchar a limpiar a inventar qué cocinar y yo la miraba acostadita pobrecita qué vida de mierda la de ella con tanto hijo de puta que hay por ahí gozando con tantos matones cabrones que se fueron pa Miami y están viviendo la buena vida todos los fines de mes yo le compraba dos metros de tela en La Época para que se hiciera un vestido un paño de cocina lo que le diera la gana porque ella se lo merece y mi dinero no puede servir para algo que no sea complacer los gustos que no me dice eso sí porque ni muerta pide un quilo ni nada quizá porque ya tiene metida en la cabeza toda esa bobería de la emancipación femenina pero ella es mi mujer y emancipada o no yo soy el rey de la selva mira que la revolución ha traído cosas buenas pero se han puesto a decir una pila de boberías que para qué te cuento ni con el burro de Batista se oyó eso de la emancipación femenina bah una partida de marimachas que se quieren destacar ellas creen que esto es un relajo y esto es una revolución seria 

Premio de Reportajes Editorial Hypermedia.

UMAP: nada, nadie, nunca (50 aniversario del cierre)

Yoe Suárez

1er Premio de Reportajes ‘Editorial Hypermedia 2018’

TRES

a Maria no la oía llorar tanto desde aquella vez que lo hicimos y todo le dolía y se asustó por la sangre pero creo que fue peor el día que vimos las fotos del kindergarten y ella empezó a nombrar las amigas que se fueron dice que aquel gorrión la cogió desde el fin de año pasado cuando abrió la agendita de teléfonos y lo que vio fue una lista de nombres tachados las cosas que le pasan manda leña esto me daba una pena tremenda verla llorando así lloró hasta el día que fuimos a la Plaza de la Revolución no pude quitarle los ojos de encima por un momento no pude abrazarla y cuando el discurso de Fidel acabó yo también sentía como si alguien me pusiera una bota en la panza y casi casi suelto una lágrima pero qué va no podía desmoronarme porque si no quién le decía que tenía que ser fuerte que no estaba sola cuando gritaba que no le quedaba nadie yo tenía que abrazarla para que ahogara su grito en mi pecho y verla así me dolía como si fuera yo el del problema porque si algo me ablanda a mí es ver el llanto de esa pobre criatura tengo miedo que el dolor me la vuelva loca y le dé por hacer algo que con el tiempo le traiga más motivos para el llanto hace unas semanas me congeló el cogote dijo como quien no quiere las cosas papi te imaginas que algún día pudiéramos visitar Miami yo sé que ella no es una gusana la pobre dejó de ir a misa hace ya muchos domingos y ni tiene contacto con extranjero alguno incluyendo a Luis que la quiere como a una hija pero la gente es de madre y si ella se fuera las viejas santurronas de la cuadra nos tendrían en la boca todo el día y yo tampoco quiero que le tiren huevos ni que le digan traidora porque no lo es imagínate tú cómo puedo abandonar a Mariana si soy lo único que tiene con qué corazón la podría traicionar con qué valor le digo adiós porque yo la quiero aunque cada vez se me hace más difícil decirle que la amo porque Rebeca me tiene como loco y ella no se ha metido conmigo porque sabe que tengo novia y es una muchacha decente igual que Marianita pero tengo un miedo tremendo también de mí mismo los últimos meses he estado pensando cosas terribles que nunca me hubieran pasado por la cabeza antes que por qué no engañar a Mariana si al final ella no se tiene que enterar y si la otra me gusta y también le gusto yo no soy cura perdonador después la vida sigue y las oportunidades te pasan por delante solo una vez y coño la vida es tan corta el capitalismo es el culpable porque creó toda esa filosofía burguesona de una mujer por hombre una sola contra son unos abusadores esos suizos no tienen gandinga y me pongo a pensar que si a Maria le ocurriera algo algo algo como un accidente o no sé si me pegara los cuernos con cualquiera en el campamento entonces tendría una excusa para ponerla a un lado y eso me da miedo se me eriza la espalda cuando me hallo pensando así hasta he considerado matarla pero solo unas pocas veces no vaya a creer que siempre son como flashazos que me entran en la cabeza pero enseguida me sacudo porque de madre no no y no cómo puedo pensar esa mierda no no y mil veces no porque este problema es mío y no de la pobre que no sabe nada y está hasta el cuello con sus cosas antes me mato yo porque soy el de la cabeza podrida eso sí lo puedo hacer eso sí

Premio de Reportajes Editorial Hypermedia

Las privadas transiciones

Yoe Suárez

Entre el vapor madrugante de La Habana y el hielo hecho aire en Concepción, al centro de Chile, hay más de un día de viaje.

CUATRO

ayer al mediodía a Maria la sacaron del autoservicio se aparecieron en el campamento unos compañeros de no sé qué sindicato para hablar con ella eran gente de La Habana gente estudiada que llevaba uniforme de miliciano pero limpiecito y sin un rasguño habían venido a invitarla a la inauguración de una fábrica textil que llevaría el nombre de su padre uno de los valerosos mártires de la Revolución o algo así dijeron le propusieron buscarla dentro de dos días y ella les dijo que se iba conmigo y cuando le preguntaron si era su esposo dijo que sí y ellos también dijeron que sí que sin problema alguno pasarían por los dos pasado mañana en la tarde sobre las cinco que no se preocupara que el jefe del campamento sin reparos había aceptado y que estaba muy orgulloso de que la hija de un héroe estuviera entre sus jóvenes cuando acabaron la charla y yo regresé del campo Marianita me contó todo y se derribó sobre mi hombro porque no sentía orgullo sino el dolor aumentado de recordar al viejo que no está entonces la abracé como si fuera a marcharse aunque no tenía ganas la abracé fuerte muy fuerte y mientras más la apretaba me hacía la idea de que era a Rebeca a quién le acariciaba el pelo a quien besaba la que se dormía en la cama y así todo era más fácil por supuesto después llegaba la noche y me quedaba horas despierto en mi albergue escuchando el chirrido de los grillos y las literas vecinas y me quedo pensando en Rebeca en Mariana y en mí y siento que está lejos pero que puedo agarrarla porque ella también me ha mirado y cuando he virado la cara ella huía de mis ojos como quien no quiere nada pero yo sé que le gusto qué zorrita me ha salido qué linda para comérsela poco a poco y pienso que mientras estoy secando el llanto de Mariana quizá alguien del campamento está echándole maíz y yo en otra cosa pero Maria me necesita y yo le tengo un cariño del largo de los surcos que nos ponen a recoger y en eso estoy todas las noches y cuando vuelvo a la realidad me pongo a pensar en el tanque de agua que está en medio del campamento seguro que mide seis metros o siete tal vez si alguien se tira de ahí se puede romper unos huesos aunque si se tira bien puede romperse la vida en la mañana despierto con un sueño terrible    

Premio de Reportajes Editorial Hypermedia

Suite Pyongyang (I)

Yoe Suárez

1º Premio de Reportajes Editorial Hypermedia 2017