Les Amants
biodegradables
desecho bioquímico
biocontaminante
biohazardous waste
infectious waste
regulated medical waste
biológicos peligrosos
#afterMagritte
Postal de san Valentín
Borges aconseja mirar bien el cielo estrellado, la luna espléndida porque, pudiera ser la última.
Yo tan mirona
tan dada a contemplar
tan polilla
tan mirahueco
oh Dios
tan ratón de museo
como Borges
también tengo los ojos enfermos y el pronóstico de una ceguera hereditaria.
¿Cuántas cosas amadas no volveré a ver? ¿qué habré ya contemplado por última vez? Las meninas seguirá ahí y no podré revisitarlo desvelada de anticipación, con emoción arrebatada, infantil, y los ojos aguados.
Dicho como metáfora, he vivido muchos deslumbramientos enceguecedores (risas).
Con los párpados inflamados cultivo flores que nunca van a frutar.
Soy la heroína trágica de mi propia vida; mi hamartia me somete y da aliento.
Soy la cómica de una sátira atroz, desproporcionada.
Siento apego a la fugacidad.
Siempre estoy diciendo adiós.
Hallo una lucidez violenta y enternecedora en mirar la muerte.
Lo que no volveré a tener —aunque solo sea en la mirada—, y con Serrat, siento nostalgia de lo que nunca he tenido. A saber:
- tener 15 años y cantar a voz en cuello Soldier of fortune, de Deep Purple, en la glorieta del castillo 1830, La Habana
- mi madre meciéndome en el sillón frente al mar
- volver a esquiar Steamboat, Colorado, deslizándome por los atajos Black Diamond (prohibido por el cirujano)
- galopar aquel caballo blanco y espuma, sudoroso, en la finca de Kendall (prohibido por el cirujano)
- ver películas con mi padre, después de las 10pm
- visitar a tía Nena, Industria entre San Rafael y San José, dejarme acariciar por ella, devorarle el plato de arroz con huevo y papas fritas
- subir al elevador de La Manzana de Gómez hacia la clase de literatura y El Quijote
- besarnos una vez más en aquel puente romano, al amanecer
- cruzar el Támesis contigo
- releer at infinitum La vida breve y, con Larsen, aparearme con Gertrudis y su pecho mutilado
- regresar al Uffici, vagar más lentamente las largas galerías
- caminar las calles empedradas de Bruge y que recalemos en mismo café con vista a los canales, los cisnes quietos sobre el agua helada
- irme a la cama contigo por primera vez
- avanzar hacia el altar donde me esperas, mientras nos tocan el Ave María de Schubert
- besar las sienes de mi madre
- jugar a los escondidos en el parque de 26, Miramar
- cantar con mi madrina Carmita al órgano, la misa de las 10 de la mañana de un domingo, en Santa Rita
Porque la ceguera es morir un poco de la muerte propia.
Y morir es ceguera de la memoria.
Todo va hacia la muerte.
La ceguera anticipa el oscuro final; la representación habrá concluido, el escenario quedará vacío de nosotros.
Dicho sea de paso, aún me queda el resto de mi vida.
En palabras de Darío, ¡es mía el alba de oro!
Así el amanecer que nos toca, a mí y los enfermos de este mal, es de oro y no un amanecer indiferente. Sino oro bruñido y humeante, flexible, reluciente y puro, de 24 quilates.
Por eso hoy me coloco un lirio tigre detrás de la oreja —la flor preferida de Emily Dickinson—, y redacto este epitafio a dos manos contigo, para cuando muramos tú y yo, amor mío, plenos de mucha vida y ciegos de furor.
© Imágenes de interior y portada: Foto / performance: RI.
Invitación al evento: Poesía a dos voces.
¿Quiénes?: Orlando Rossardi y servidora, convocados por la Feria del Libro de Miami @MDC.
¿Cuándo?: El miércoles 23 de febrero de 2022, a las 7:30pm.
¿Dónde?: Koubek Center del Miami Dade College, 2705 SW 3rd St, Miami, FL 33135.
El enlace aquí: https://www.miamibookfair.com/event/poesia-a-dos-voces-rosie-inguanzo-y-orlando-rossardi/
El beso de Juantorena
Monseñor Giulio Einaudi, nuncio apostólico en Cuba, viene a conversar o a alcanzarme algún jugo de frutas. Cuando se va la monja que nos vigila, me atrabanca contra el librero.