Planeta Cerquillo

Cabina de proyecciones de Carlos Lechuga.

Ser libre un ratico - Carlos Lechuga

Ser libre un ratico

De lo que quiero escribir es de una noche especial en que una loquita de allí, amante de los cubanos, de la whisky-izquierda, de las canciones protesta, les metió unas droguitas en la boca a todos y se los llevó a conocer la verdadera noche de Nueva York… Él se volvió loco.

Ensalada fría y LSD - Carlos Lechuga

Ensalada fría y LSD

Irene Manantial no puede entender lo que me pasa: es demasiado joven y demasiado comunista. Para ella todo está “genial”. La obra de teatro de X: genial. El concierto de la Filarmónica: genial. Buena Fe y Adrián No-sé-qué: genial.

Tengo una vida nueva - Carlos Lechuga

Tengo una vida nueva

He conocido a una mujer nueva y se la quiero presentar a mis lectores, porque ya sé que a la mujer casada la seguían mucho. La de ahora es súper buena onda, pero demasiado comunista para mi gusto. Para ella yo soy un gusano, un loco, un ser injusto con este sistema.

Estar enamorado es tremenda mierda - Carlos Lechuga

Estar enamorado es tremenda mierda

Estoy en la Escuela de Cine sin poder masturbarme, dando clases a unos alumnos y asediado por los teóricos, por querer hacerme el escritor a esta altura de la vida. La envidia sale en cada comentario: Solo hablas de sexo y haces entrevistas… Ya tienes que volver a filmar… Sonrío y pienso: ¿Serán hijos de puta? ¡Si algunos de ustedes son los mismos que no me dejan filmar!

Cincuenta metros con Ena Lucía Portela - Carlos Lechuga

Cincuenta metros con Ena Lucía Portela

Mi casa siempre ha estado llena de mujeres. Mi madre y mi abuela reciben a muchas vecinas, amigas, conocidas, enviadas (mi abuela es cartomántica). Yo estaba acostumbrado a ver a muchas mujeres, de diferentes físicos y actitudes. Me resultaba normal. Pero el día que vi a Ena Lucía Portela algo se me revolvió bien adentro.

Legna Rodríguez Iglesias habla de cine en la cama

Legna Rodríguez Iglesias habla de cine en la cama

“Me quedé tiesa cuando vi tu mensaje preguntándome si aceptaba conversar contigo sobre cine. Acepté porque te admiro, y porque cuando te vi desnudo en una de tus columnas de Hypermedia lo primero que me vino a la mente fue: ¡tiene prepucio, como mi hijo! He pensado escribir un libro de poemas sobre prepucios perfectos y ausencias perfectas de prepucios…”.