De lo que quiero escribir es de una noche especial en que una loquita de allí, amante de los cubanos, de la whisky-izquierda, de las canciones protesta, les metió unas droguitas en la boca a todos y se los llevó a conocer la verdadera noche de Nueva York… Él se volvió loco.
Planeta Cerquillo
Cabina de proyecciones de Carlos Lechuga.
Ensalada fría y LSD
Irene Manantial no puede entender lo que me pasa: es demasiado joven y demasiado comunista. Para ella todo está “genial”. La obra de teatro de X: genial. El concierto de la Filarmónica: genial. Buena Fe y Adrián No-sé-qué: genial.
¿Dónde están los amigos cuando hacen falta?
Carlos Díaz Lechuga, ¿para qué repinga te haces el guapo ahora, si solo hablas del pasado? ¿Dónde estás tú para los Mike Porcel de ahora mismo? ¿Cómo los defiendes?
Me pregunto: Cuando tenga 65, ¿seré un Amaury Pérez más?
Tengo una vida nueva
He conocido a una mujer nueva y se la quiero presentar a mis lectores, porque ya sé que a la mujer casada la seguían mucho. La de ahora es súper buena onda, pero demasiado comunista para mi gusto. Para ella yo soy un gusano, un loco, un ser injusto con este sistema.
Pavel Giroud: “Mis mejores proyectos siguen engavetados”
“Me gustaría ganar un Oscar, porque me garantizaría, al menos, una película más, y una película da para desarrollar un discurso. ¿Y sabes qué? Lo voy a ganar”.
Adiós a la mujer casada
Cuba es un país extraño, un país que hace daño, pero hay que ser fuerte. Engañarse, inventarse algo para avanzar. Ya tengo una edad: o construyo o me muero.
El silencio que dejó Daniel Díaz Torres
Laura Díaz es la hija de Daniel Díaz Torres y ha tenido la gentileza de hablar un rato conmigo acerca de su padre. Esto no es una entrevista, ni una crítica cinematográfica, tan solo un homenaje.
Estar enamorado es tremenda mierda
Estoy en la Escuela de Cine sin poder masturbarme, dando clases a unos alumnos y asediado por los teóricos, por querer hacerme el escritor a esta altura de la vida. La envidia sale en cada comentario: Solo hablas de sexo y haces entrevistas… Ya tienes que volver a filmar… Sonrío y pienso: ¿Serán hijos de puta? ¡Si algunos de ustedes son los mismos que no me dejan filmar!
Cincuenta metros con Ena Lucía Portela
Mi casa siempre ha estado llena de mujeres. Mi madre y mi abuela reciben a muchas vecinas, amigas, conocidas, enviadas (mi abuela es cartomántica). Yo estaba acostumbrado a ver a muchas mujeres, de diferentes físicos y actitudes. Me resultaba normal. Pero el día que vi a Ena Lucía Portela algo se me revolvió bien adentro.
Legna Rodríguez Iglesias habla de cine en la cama
“Me quedé tiesa cuando vi tu mensaje preguntándome si aceptaba conversar contigo sobre cine. Acepté porque te admiro, y porque cuando te vi desnudo en una de tus columnas de Hypermedia lo primero que me vino a la mente fue: ¡tiene prepucio, como mi hijo! He pensado escribir un libro de poemas sobre prepucios perfectos y ausencias perfectas de prepucios…”.