Con el escritor argentino Jorge Luis Borges (1899-1986) sucede que, dada su extraordinaria obra que lo hace ver como un escritor entre escritores, nadie quiere dejar de admirarlo; pero a la vez, cada quien desea con vocación de avaro reservarse su interpretación muy personal de su obra.
Stories
#NoSomosDesertores: Robert D. Rodríguez
Trabajé cuatro años para ellos. Aproximadamente 12.000 CUC me robó el gobierno en Cuba cuando abandoné la misión. La familia no tiene derecho a extraer ese dinero. Solo el colaborador puede hacerlo. Pero no me permiten la entrada al país.
#NoSomosDesertores: Carlos Ramírez Durades
“Más que humanitaria, la colaboración médica se había convertido en un verdadero globo: una farsa total. Fueron estas las razones que me motivaron a romper el contrato esclavista con el gobierno cubano”.
Verdad y dolor: Archivo Cuba y el costo en vidas del período de Batista
Archivo Cuba acaba de concluir un largo y exhaustivo esfuerzo para revisar el número de muertes por causas políticas durante la dictadura de Fulgencio Batista (1952-1958).
Randy Cabrera-Díaz
La primera mujer de mi vida tenía trece años y andaba con la zeta a retortero; hablaba con balumbaje, encadenando oraciones sibilantes mientras repetía frases del devocionario.
Fernando Fraguela
¿Qué haría mi abuelo hoy ante la prepotencia y el abuso policial tan frecuentes, ante los cubanos apresados, torturados o asesinados en estos 60 años? ¿Le parecería muy lejano? ¿Se sentiría tan impotente y desamparado… como yo? La rebeldía ha muerto, la mataron.
Ricardo Sarmiento
Fotos de hombres muy lindos. Hay un tal Alfredito que me encantó, y otros desconocidos que también me gustaron mucho. Probablemente seamos familia. Los hombres cubanos de 40 años hoy en día no son tan lindos como Alfredito. Parecen actores de Páginas del Diario de José Martí, los de las fotos.
Nguyen Peña Puig
Debes aprender a controlar la ira, eso me dice el Innombrable. Claro, él no tenía que lidiar con la flaca. Pero algo se logró, hasta ahora al menos. Aprendí que era preferible contar hasta diez, hasta quince, hasta treinta; terminar dándole un beso en la frente a la flaca, antes que incrustar contra la pared su preciosa cara de ausencia.
Milena V. Hidalgo Castro
A las nueve de la noche ya estaban ebrios, sentados en el piso siguiendo los patrones circulares dibujados por mí, embarcados en un debate sobre su relación con Dios, a la espera de su turno para hablar.
Luis Delgado
En el cuarto de desahogo del patio al que llamábamos “la casita”, mi papá guardaba un arma para matar conejos: la mitad de un bate de béisbol de madera que yo había roto jugando. Recuerdo que los agarraba por las orejas y les daba un golpe seco entre los ojos. Con toda la masa. Un golpe de gladiador.