Por este lunes de post-revolución, les dejo este testimonio gráfico de Korda, que viajó con su tan amado ‘top model’ de verde olivo (porque Fidel fue quien hizo fotógrafo al cheo publicista de Korda, eso que nadie lo dude).
Hypertexto
Pow Wow, The Cuban Boy
El indio está solo en alma. Es un misionero de los ‘Creek Indians’ de Oklahoma. Un nombre que, en aquella Habana trans-capitalista del viernes 17 julio de 1959, seguro sonaba a algo así como un buen equipo de básquet.
El cancerbero de la Revolución
Es posible que la Revolución Cubana no hubiera existido sin la figura secundaria de Raúl Castro.
Imbecilismo blanco
Fueron los Proud Boys de la Revolución Cubana. Pedantes hijos de burgueses que salieron de sus country…
Para una arqueología del silencio: la ontología de la víctima
¿Qué diferencia el cuerpo decapitado del hijo de Saturno en la obra de Francisco de Goya del cuerpo sin vida de Iván el terrible en la monumental pintura del ruso Ilía Repin? Nada, ambos son víctimas de un poder que encarna su voluntad antropófaga.
La doncella y el miliciano
Son la doncella y el miliciano. Están a punto de quitarse cívicamente la ropa, para celebrar así el eros del último enero de aquella década descomunal.
Filosofía del frozen
Un Premio Nobel de Literatura latinoamericano contaba que vio a Fidel Castro tragar 18 bolas de helado, mientras hablaba y hablaba…
¿Quién no conoce a Dexter Morgan?
Como Dexter, la mayoría de los escritores en Miami llevan una doble vida: por el día trabajan en un oficio cualquiera y en las noches regresan a la página en blanco de una novela que no logran terminar.
Los tigres y el niño
Fidel Castro le dijo a Marita Lorenz, sin el más mínimo atisbo de pedofilia: A mí no me va a pasar como al tigre ese. A mí nunca nadie me va a enjaular.