Martí cubre, amordaza, el decir del negro con el suyo propio —el del hombre blanco, que es también el de la retórica racista. De milagro no mencionó a Cam. ¿O sí? Además, ese “virus” que con el racismo busca infectar e inhabilitar al negro es otro ejemplo del modus operandi de la biopolítica martiana: insectos dañinos, gusanos, sietemesinos, virus.
Hypertexto
El Apartamento ¿del MINCULT? y otras habladurías
“Ahí está el factor El Apartamento, los machetes sin filo, la pérdida de foco, la chusmería, el penquerismo, y mi nombre. Ponlo así. Y la catarsis, la soga, Trump 2020, la opción cero es importante, ya no hay válvula de escape, ni líder ni liderazgo”. “¿Trump 2020? ¿En serio?” “¿Y Díaz-Canel 2022? ¿En serio?”
Apuntes para una historia del ridículo en Cuba
El equívoco es parte de nuestra naturaleza insular. Y además el ridículo, que nos salva de ser invisibles. Y cuando pensamos en esas ventajas, tan útiles para el arte y la política, llegamos a otra palabra querible y exacta: la desilusión. La desilusión del Almirante, la primera desilusión. Y faltaban muchas otras por venir.
El atleta que surgió del frío
¿De qué manera activar la incorrección política en una era en que la corrección ha quedado secuestrada por la academia y la obediencia? ¿Cómo detener las formas desnudas del avance del capitalismo en un planeta sin el contrapeso del socialismo real? ¿Cómo concederle a la democracia un sentido diferente en Occidente?
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¿Quién coño es Lezama Lima comparado con el Che Guevara? ¿Quién es Lezama Lima, y cuántos viejitos cubano podrían morir mañana sin haberlo leído?
¿Por qué escribo sobre Sherlock Holmes?
Puedo esgrimir un argumento a favor de la pertinencia de Sherlock Holmes aquí y ahora. No existe, a mi entender, otro personaje literario con su estatura mítica y su proyección internacional que haya encarnado con tanta coherencia los ideales del liberalismo, siempre válidos, oportunos y defendibles frente a la barbarie totalitaria.
Abedulia
Castresana había recorrido todos los museos en el área soviética de los Cárpatos, y había viajado en tren desde Transilvania hasta Moscú, donde había comido por primera vez mermelada casera de frutas del bosque y había paseado por primera vez por un bosque de abedules.
Sin descansar ese verano
Un día de finales de agosto, cuando ya llovía mucho y las tardes se volvían frías, Frank me estaba pasando el maletín lleno de carne cuando vi la figura de un hombre al final de la acera. Ya está, pensé. De cabeza para Cuba. No podríamos negar la acusación de robo porque tenía el maletín en la mano y el hombre debía haberlo visto todo.
Nigromante
«Amar tiene límites. Tanto en tiempo como en espacio”, escribió el hombre. Decidió masturbarse. La mujer entró por una ventana cerrada. Se arrodilló frente al hombre y esperó. El semen le salpicó el rostro.
Una artista del hombre
Poquita Cosa deja caer la pluma con un gesto cinematográfico. Cierra los ojos y repasa la escena en cámara lenta: ha comenzado a escribir sus futuras memorias: Hombres en mi vida. Aspira a transformarlas en una obra más compleja que Crimen y castigo, más realista que la Comédie Humaine y “áspera, áspera como la mano de un hombre”.