Xavier Borges y los pobres sueños de Tobías

Xavier Borges (La Habana, 2003) es de los escritores más jóvenes que pude rastrear. Hace poco cumplió la mayoría de edad, antes de eso escribía como si fuera un tal Ricardo Pérez. 

Cuando Xavier se hizo mayor no pensó en comerse el mundo, sino en comerse a Ricardo Pérez. Ahora escribe en Mujercitos Magazine sin máscaras, suele hacer disertaciones filosóficas en medio de la calle, adora los machetes y sueña con quemarse desnudo en medio de la Plaza de la Revolución. 



Xavier Borges, por Carmen Cabrera.


¿Cuándo comenzaste a escribir?

Creo que fue cerca de acabar la primaria, me resultaba un poco difícil adaptarme a muchos cambios que ocurrían en mi vida y quería ser un americanito de película que habla mal de todos en su diario. Nunca tuve la intención de que alguien leyera lo que hacía; excepto la muchachita que se sentaba a mi lado que a veces me revisaba las cosas y dos o tres escritos que encontró mi hermana de casualidad, todo lo demás quedó oculto en libretas repletas de ilegibles letras que cuentan historias muy vergonzosas.

¿Qué prácticas artísticas (literatura, cine, artes visuales…) suelen servirte para escribir?

Es un poco gracioso, pero si mal no recuerdo la primera vez que quise escribir algo era un niño friki de 12 años que se había terminado de leer un libro de Pedro Juan Gutiérrez. Eso me convirtió en un virgen que escribió fanzines porno por al menos un año

En este último período, La biblioteca de Babel de Borges y El extranjero de Camus me causaron mucho miedo. Hicieron que pensara a menudo sobre la muerte. Queer y La senda del perdedor también me enseñaron todo lo que me gustaba el churre, pero ser yuma no cuenta, es jugar con ventaja. No puedo dejar de mencionar que de una manera perversa Nietszche es mi sugar daddy.

Aunque en realidad lo que más disfruto es el cine slasher y las pelis de machos pechos peludos. Las películas malas siempre tienen las historias más entretenidas.



Xavier Borges, por Carmen Cabrera.


¿Cómo ha influido la cultura de Internet en tu escritura?

Mi generación es la más influenciada hasta ahora por la cultura del Internet en la Isla. Al menos ahora uno tiene más mierda para montarse el personaje. Si todavía estuviésemos alejados de las redes no escribiría. Nunca hubiese podido descubrir cosas que hoy son partes importantes de mí mismo. Recuerdo que en la Secundaria tenía una aplicación en el celular donde leía creepypastas, leyendas urbanas del Internet, y sentía la sensación de querer hacer algo parecido. 

También trae cosas asquerosas como las guerras de egos entre personas que solo quieren demostrar el tamaño del mojón que tienen por pinga o gente montándose narrativas de vidas increíbles solo para intentar convencerse a ellos mismos de que son especiales. Pero bueno…, soy más productivo cuando me molesto.



Xavier Borges, por Carmen Cabrera.


¿Cómo llegas a escribir para Mujercitos? ¿Qué significa para ti?

Mujercitos lo encuentro por casualidad. Un día vi en la historia de alguien random un artículo del trap y Marilyn Manson con el que me reí mucho. Al principio no me creía que fuesen cubanos. Les mandé un texto malísimo lleno de pujos sobre ofenderse y les gustó. Por error salió la columna: “Los pobres sueños de Tobías”, donde divago y hago chistes malos junto al desaparecido compañero Ricardo Pérez, con el cual tengo problemas de personalidad.

Mujercitos es una carta de odio a lo cheo, una burla hacia la pretenciosidad de lo intelectual y artístico, es un proyecto que recuerda lo aburridos y asquerosos que somos en el fondo. Un espacio seguro para soltar toda tu diarrea sin que nadie te diga que no está acorde con tales y no sé cuáles ideales. Es un caos meticulosamente orquestado.

¿Qué te gustaría desarrollar con la escritura en el futuro?

En un futuro a lo mejor ya no escribo o el mundo es dominado por hombres-puerco. No puedo tirar una escupida para arriba; además, no tengo la más mínima idea. Mientras me siga pareciendo divertido sentarme a hacer catarsis con todo mi berro, aquí seguiré. Igual tampoco es tan importante. No sé, hay muchas otras cosas que me gustarían, como ser camionero y vivir junto al Booby Trap. 



Xavier Borges, por Carmen Cabrera.



Fragmento de “La muerte de Ricardo Pérez” (publicado en Mujercitos Magazine, 2021)

[…] Siempre detrás de la rabia y las ganas de asesinar hay miedo. Un terror más allá de lo físico, un pavor hacia lo cósmico y la incertidumbre del mañana. Nadie te puede asegurar por completo que, dentro de 24 horas, no revelarán que nuestros dirigentes son extraterrestres o que vivimos en una simulación. Estamos propensos a que un día desaparezcamos sin provocar un cambio realmente significativo en el universo. Todo es cuestión de pequeños detalles que no dependen para nada de nuestras acciones. Y eso es aterrador.

Estoy teniendo la misma pesadilla todas las noches, no puedo respirar bien por culpa del polvo. Un humanoide con cabeza de puerco, vestido de traje y corbata, me persigue con un hacha por los pasillos de una escuela. Huyo todo lo que puedo. Hasta que me desmayo por la tos y me cercena con su hacha en el piso. Las paredes tienen un cartel pintado con mierda que dice: “Sé tú mismo, asesina a Ricardo Pérez”.

El hombre-puerco tiene mis nervios realmente desequilibrados. A veces hasta sueño despierto con él; cuando me levanto a mear soñoliento y veo su reflejo detrás de mí o lo veo montado dentro de una guagua que me pasa por delante. No va a desaparecer hasta que haga lo que quiere.




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Sobre ‘Erial’

Ray Veiro

‘Erial’ se sostiene sin vínculos específicos con el país, más bien, con una intención universalista que explora la relación entre la humanidad y la naturaleza, entre la humanidad y lo sagrado.





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