Leyendo a James Ellroy, el autoproclamado “perro rabioso de las letras norteamericanas”.
Hypertexto
Batista, amigo, el pueblo está contigo
El 10 de marzo de 2017, hace un año y pocos días, recibí un e-mail de Batista hijo. Era el sexagésimo quinto aniversario del golpe de Estado de Batista padre.
El intelectual como enemigo rumor
A propósito de En un rincón del alma, (Jorge Dalton, 2016), documental sobre el escritor Eliseo Alberto.
La tristeza en tiempos de Trump
Si algo bueno tiene el exilio, si algún lujo tiene que el gobierno cubano no me deje regresar a casa, es precisamente poder leer y leer la tristeza de izquierda de las intelectuales norteamericanas.
La Era Ligotti
Thomas Ligotti: una figura oscura e inquietante, alguien que se ha agazapado en las sombras durante décadas y comienza a emerger ahora como uno de los artistas indispensables para la comprensión del pensamiento contemporáneo.
Sísifo desvaría
Escribir le daba sentido a mi vida; pero cada vez escribo menos y hallo menos razones para hacerlo. Es lo más terrible; descubrirte Sísifo cuesta arriba.
Lorenzo García Vega construye una cajita muy fea
El mundo de García Vega no sería el mundo de García Vega sin sus diarios.
Sin su dicción edípica, negativa, monstruosa, que gira siempre alrededor de un ajuste de cuentas y que por amarga e irónica, o mejor, por la mezcla que logra de ambas, deja irritados la mayoría de las veces a muchos, con deseos de bofetada.
Es el caso del volumen que acaba de editar Amargord en España: El cristal que se desdobla.
Casal, el cuerpo afeminado
Una lectura de Julián del Casal desde la periferia de ese campo interpretativo, donde se confrontan y cruzan: literatura, poder y representación.
Filosofía de la curiosidad
La obra filosófica de Jorge Mañach tuvo su mejor momento entre mediados de los 40 y principios de los 50, cuando su permanente intervención en la vida pública de la isla, tan intensa durante las revoluciones de los 30 y los 50, fue menos protagónica. En esos años el pensamiento de Mañach se acercó más propiamente a una articulación filosófica profesional, sin una apuesta sistemática que, como veremos, era una renuncia básica de su proyecto de saber.
Hawking atraviesa Hialeah
Aún así, escritores, viejos y no tanto se preocupan por jorobada idea de trascendencia, rodean de admirados jóvenes que refieren ensayos y tesis, poemas, llaman “maestro”, y como orine de carnaval corren las entrevistas, las memorias personales: nada más escandalosamente moribundo.