Carne

Stefani Germanotta aparece vestida de carne en los MTV Video Music Awards del 2010. Amy Jade Winehouse aún respira, al igual que mi padre y mucha gente que hace trece años no imaginó su fin. Yo aún no he cumplido los treinta y acabo de perder un diente por morder un pan de tres días.

El diente se desprende y cae sobre el cubrecama de Hello Kitty que mi madre compró en un pulguero en Caracas. Arranco con los dedos algunos trozos y los trago, no sin antes ablandarlos en la boca. 

Tengo hambre. Primero como, luego existo, luego asimilo. Me parece riquísimo ese pan vintage, me pierdo en su sabor agridulce. 

Pedazos de res cosidos al corpiño, zapatos y cartera del mismo material. Mejor video del año para Lady Gaga. ¿Cher puede sostener tu bolso cárnico y luego quedárselo mientras agarras el trofeo, cantas Born this way a capella y PETA enfila sus cañones una vez más contra ti?

El incisivo superior derecho permanece inmóvil sobre el lazo de Kitty. La gata me mira con pena o tal vez con asco. Las dos bolitas blancas dentro de sus ojos parecen temblar. Dos Kitty-versiones: la empática y la escandalizada en depre like hentay mientras mastico y trago, trago y mastico.

Stefani Germanotta comenta que el Meat dress es su declaración de principios. Por analogía, me llega aquella imagen de Marilyn susurrando Happy Birthday, Mr. President en el Madison Square Garden. 

Cuerpo mediáticamente desnudo bajo dos mil quinientos cristales Swarovski bordados a mano en marquisette. Cuerpo tres meses más tarde mediáticamente inerte sobre las sábanas blancas. Traje que sobrevive y reaparece sesenta años después, cubriendo la silueta torneada a base de quirófano de una Kardashian en los MET. 

No soy Amy, no es lo mismo perder un colmillo que el diente de arriba. entre otras cosas obvias.

El día que repartieron los personajes, hice el camino a mi alquiler mirando al cielo. Ese azulito macheaba con la felicidad. No te demores en soñar, me dijo una mujer semidesnuda eternamente sentada en un contén de la calle Dolores. Tan sucia, que su piel me hace pensar en la de una actriz al final de un día de rodaje caracterizando un White washingCambridge Dictionary meaning of White washing is “the practice of using only white actors, models or performers, specially the practice of using a white actor to play a character who is not white”. Marlom Brando Mickey Rooney Juliette Binoche Katherine Hepburn Scarlet Johansson Angelina Jolie Juliet Cruz Mena Suvari…

Vall Garland cuenta que fue a una fiesta con un vestido de salchichas. ¿Cuántas salchichas trae un paquete de perros? ¿Cuántas gallinas caben en un paquete de perros? ¿Cuántos tendones, cartílagos, vísceras, patas, pellejo y recorte de puerco y pollo es necesario triturar para crear un vestido de salchichas? 

En esa época, yo sabía hacer una ensalada de papas con perritos. Gaga se divierte con la ocurrencia y responde que es una forma original de espantar tiburones. 

¿Cuántas salchichas trae un paquete de perros? ¿Maquilló Vall Garland a Gaga en los MTV? Gaga Garland Lady Vall. Cambia los embutidos por falda de ternera cruda y lo demás es historia. Good Idea, te doy el crédito en Vogue dentro de doce años.

Tengo un espejo grande frente a mí y le sonrío. No soy Amy, no es lo mismo perder un colmillo que el diente de arriba. entre otras cosas obvias. Supongo que igual ella seguiría cantando y sonreiría adorablemente como lo hizo en aquel concierto. Quizás sea esa fragilidad de estar partiéndose poco a poco en pequeñitos fragmentos un acto de belleza absoluta. 

Siempre estoy borracha en este tiempo y amanezco con parte de esa borrachera que insiste en acompañarme a los ensayos.

La tragedia tiene su cosa, su magnetismo. Romantizar la autodestrucción. Estereotipo cool. Ahondar sobre la idea de que perder un diente a los veintitantos años es una posible lección de humildad. Felicidades, mami.

Bad Romance recibe el premio al Mejor Video del 2010. Veinticuatro años y es todo un suceso internacional. Tiene garra, Gaga tiene garra. Lady Garra se tira a la piscina sin agua. ¿Yo tengo garra? 

Una cosa es arañar la tierra porque no te queda más remedio y otra sacar las uñas cuando es preciso, tener ese olfato cuando es preciso, esa intención sostenida aunque no sea preciso, ese intento, ese descaro, esa seguridad de echar pa lante. Depende.

Ya no seré Roxie Heard cuando estrenen en La Habana el musical de las asesinas cool. Debo entregar el vestuario en los próximos días. Debo entregar la peluca rubia en los próximos días. Debo entregar la idea de dar por sentado que pertenezco a algo donde me parece que hay demasiado texto, demasiado baile, demasiadas canciones y demasiada gente girando en torno a una burbuja. Debo entregar la culpa de creer que me botaron porque me lo busqué. 

Siempre estoy borracha en este tiempo y amanezco con parte de esa borrachera que insiste en acompañarme a los ensayos. El director grita, me grita. Formo parte de los nuevos, los gritavables, los que deben agradecer la oportunidad, aprovechar la oportunidad, partir en dos la oportunidad y exprimirla hasta sacarle el jugo y preparar un elíxir que vas a tomar de por vida en ayunas.

Marc Fernández encarga al carnicero veinticinco kilos de ternera. Veinticinco kilos en filetes largos para forrar un corpiño, unos zapatos, el bolso y el sombrero.

Estuve aproximadamente dos años cantando en dos coros pro, de esos que salen por la tele y viajan o, al menos, por razones obvias, el más pequeño de ellos viaja. 

De los veintiséis a los veintiocho años, yo ganaba buen money, vestía bien y vivía bien gracias a ese trabajo. Un día me despidieron de uno de esos coros y yo me despedí del otro, el que sale en la TV pero no viaja. 

Orgullo Kamikaze. Me quedé con mi dignidad desempleada tocando puertas que no abrieron. Mi dirección mutó de 5ta F, Playa, a 84 y 27, Buenavista Nice, pasando por una casa en Pocito hasta terminar en una cuartería en la calle Dolores, donde las paredes tiemblan al pasar el P2 y el baño, una casetica apenas más grande que el cuarto, queda en el pasillo y hace que bañarse sea lo mismo que estar todos los días en peligro de dar la vida por ser un ente social.  

Marc Fernández encarga al carnicero veinticinco kilos de ternera. Veinticinco kilos en filetes largos para forrar un corpiño, unos zapatos, el bolso y el sombrero. 

¿Cuántas vacas son veinticinco kilos de filete? ¿Cuántas comidas son veinticinco quilos de filete? Cincuenta y cinco libras de carne limpia de res para un vestido. 

Yo misma me maquillaba con un eyeliner Cat eye exgagerá como el de Amy y salía a cantar con un abanico de la TRD, con el que tenía pautada una cadena de acciones montada by myself. Exitazo.

Carne en la mesa de cinco familias, a once libras per cápita. Para producir un kilogramo de carne se necesita un aproximado de trece mil litros de agua. ¿Cuánto metano, amoniaco, dióxido de carbono y óxido nitroso aportaron a la atmósfera estos veinticinco kilos de carne? Tranquilo, todo nice.

Después de seis meses, en los que ni el coro de la Iglesia Ortodoxa me daba pincha, recordé que también era actriz. Al cabo de unos cuantos no, hacer banco en la radio y en una compañía cool donde el director no sabía decirme que yo no le interesaba, logré colarme en aquel grupo de teatro musical. 

Lo primero que hice fue cantar la salida de Cecilia Valdés en una obra con vestuario de cartón que duraba dos horas. El público aplaudía al terminar mi escena. 

Recuerdo el proceso, paso a paso, de sacar a Cecilia. Un leotard enterizo blanco con cuello de tortuga era el vestuario de base. Yo misma me maquillaba con un eyeliner Cat eye exgagerá como el de Amy y salía a cantar con un abanico de la TRD, con el que tenía pautada una cadena de acciones montada by myself. Exitazo.

No recuerdo cuánto duró ese bodrio. Yo salía con mi cartón y peluca de gaza, con mi abanico y toda la actitud de una Cecilia Valdés. ¡En escena se ve alta! 

Debo lucir grande, debo lucir bella, debo andar en zapatos de tacones altos y arreglarme las uñas, el pelo, maquillarme. Debo ser la luz que en tus ojos arde. ¿Por qué vistes siempre como El Principito?

Yo de niña me creía la persona más bella del mundo, hasta que empecé a estudiar en la escuela de arte.

Lady Gaga se sentía fea cuando niña. Yo de niña me creía la persona más bella del mundo, hasta que empecé a estudiar en la escuela de arte. Judy Garland tenía múltiples complejos, sus compañeras de aula en la Metro eran Lana Turner, Ava Gardner y Liz Taylor. Escribe canciones para otras Stefy, no eres sexy. Opinar sobre la cuerpa. No te quiero, tienes la nariz muy grande.

Después de Cecilia, vino Roxie Hard. Estaba recibiendo demasiado. Agradece, un metro cincuenta debe ser agradecido. Normalita, mulatica adelantada, chiquitica. 

Al mes, otra Roxie rubia mediática de uno ochenta. Nos llevábamos bien. No es tu culpa ser la preferida, no es tu culpa venir en carro con el paquete completo y ser disciplinada, estudiosa y segura, mientras tu doble se bloquea cuando le gritan y cae en bucle y viene con peste a alcohol, como casi todos, pero ella está obligada a ser impecable y hacerlo todo bien, es lo menos. 

No estabas preparada para Roxie, me dijo un colega que después protagonizó un Cis Washing y recibió un premio al Mejor Actor. Wiktionary meaning of ciswash (cis washing) is “to ignore, deny, or minimize the gender identity of a trans person or trans people, or the role that a trans person or trans people played in an event”. Jared Leto Eddy Redmine Toni Cantó Antonia San Juan Laura de la Uz Carlos Enrique Almirante Gael García Bernal…

Yo no soy un pedazo de carne, dice Gaga. En la escuela, me decían “dientes de conejo” y ahora soy una Vogue Beauty Queen.

Yo no soy un pedazo de carne.

Esta tarde, el director me gritó frente a todos. Sentados en las gradas, solo se oye su voz. Un discurso que dura casi quince minutos para despedazarme. Escucho en silencio, con la cabeza apoyada en el pecho de un amigo. Que luzco mal que parezco una guajira y no una actriz una artista que soy bruta que soy malcriada y no merezco la oportunidad que me han dado que lo único que hago bien es cantar pero como actriz no funciono como persona no funciono. 

No recuerdo el final. Unos días más tarde, regresé para que me dijeran que debía devolver el vestuario. 

Yo no soy un pedazo de carne.

El diente sigue ahí, sobre el lazo rojo de Hello Kitty. Quizás sea la cuota básica para que el desprendimiento sea más efectivo. 

¿Qué es ser actriz? ¿Qué es el teatro? ¿Qué es una burbuja? ¿Qué es una fantasía? ¿Qué es el éxito? ¿Cuánto mide, cómo luce, donde me inscribo? 

Un rato después, busco un trozo de poliespuma, sustituyo mi diente y me voy a casa de unos amigos. 

Al otro día, despierto temprano y logro que me reconstruyan la sonrisa. Nadie se va a morir, menos ahora, bebé.





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La pastilla: 01×07. ¿Será el científico Eduardo López-Collazo el primer Nobel cubano?

Hypermedia Magazine

Eduardo López-Collazo es físico nuclear, doctor en Farmacia e investigador. ¿Su sueño? Eliminar la metástasis. Desde 2014, su nombre aparece en la lista de los gais más influyentes de España. Es colaborador habitual de este podcast.