Cuba en MONDIACULT 2025: contradicciones en la agenda global de la cultura

Entre el 29 de septiembre y el 1 de octubre, se celebró en Barcelona la III Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible de la UNESCO. MONDIACULT, el mayor evento de su tipo en el sector, reunió a miles de participantes y a más de 150 ministros de Cultura, en 163 delegaciones nacionales. El encuentro, inaugurado por la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, junto al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, tuvo lugar en el Centro de Convenciones Internacionales de Barcelona. 

A lo largo de tres jornadas consecutivas, el espacio albergó debates orientados a establecer una agenda global de la gobernanza cultural para los próximos años. Los temas centrales priorizaron la cultura como un bien público global y pilar clave del desarrollo sostenible ante desafíos contemporáneos como el impacto de la inteligencia artificial, la pérdida de patrimonio en conflictos armados y la recuperación de la cultura en contextos de crisis. Con estos objetivos, se inauguraron iniciativas como el Informe Global sobre Políticas Culturales de la UNESCO y un Museo Virtual de Objetos Culturales Robados para combatir el tráfico ilícito de patrimonio. 



Foto de grupo (2025).



Durante la clausura, se aprobó la Declaración de Barcelona, un documento de consenso que reivindica los derechos culturales como derechos humanos y aboga a favor de que la cultura sea incluida como objetivo independiente en la nueva agenda de desarrollo de la ONU (pos-2030). En palabras de Azoulay: “la cultura es un bien público mundial, una forma de resistencia y un lenguaje común para reconstruir la confianza entre pueblos”.[1] A su vez, Sánchez la defendió “como antídoto contra el autoritarismo”, afirmando que esta “nunca puede ser neutral ni indiferente […] quienes le piden que se limite a entretener, olvidan que la cultura es por encima de todo compromiso con la libertad, la dignidad, la memoria y, sobre todo, la paz”.[2]



El Ministro de Cultura, Ernest Urtasun, y la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay. Fuente: EFE (2025).



Sin embargo, mientras los asistentes celebraban estos justos propósitos, también compartían asiento y podio con comisarios culturales que diseñan y ejecutan políticas autocráticas y represivas sobre las expresiones culturales de sus sociedades; entre ellos, Arabia Saudí —uno de los principales financistas del Museo Virtual de Objetos Culturales Robados—, Irán y Cuba.



Delegación cubana en MONDIACULT 2025

Entre las delegaciones presentes en Barcelona se encontró la cubana, presidida por Alpidio Alonso Grau, ministro de Cultura de Cuba, quien ya había viajado con anticipación al congreso, para la XXII Conferencia Iberoamericana de Ministras y Ministros de Cultura. En este foro paralelo, la intervención de Alonso subrayó “la amplia democratización del acceso a la cultura promovida por nuestra Revolución”, resaltó “los valores del sistema de enseñanza artística en Cuba” y ponderó “la resistencia de nuestro pueblo”. Asimismo, enfatizó en la solidaridad del gobierno cubano con la República Bolivariana de Venezuela y en la condena sobre la situación en Gaza; ejes temáticos importantes en el discurso exterior cubano.

No obstante, la entusiasta autoevaluación cubana contrastó con otra realidad que el ODC no puede pasar por alto: mientras Cuba hablaba de democratización cultural y paz, numerosos artistas cubanos disidentes permanecen encarcelados o silenciados en la Isla. Primero, el posicionamiento de Alonso en ambos cónclaves proyectó la imagen de un país comprometido con la diversidad cultural, la paz y la justicia social. Cuba se presentó como una nación donde la cultura es prioridad estatal y el acceso popular a las artes es un derecho garantizado. Además, la delegación cubana enarboló su política exterior cultural: condena al colonialismo y la guerra (caso Palestina), defensa de países “acosados” por potencias (Venezuela) y llamado a un orden cultural internacional más justo y cooperativo. Así, el mensaje oficial cubano en la conferencia buscó alinearse con el espíritu de MONDIACULT, a la par de servir a los intereses diplomáticos de La Habana, enfatizando sus reclamos históricos y buscando legitimación en un foro multilateral.



Intervención del ministro cubano de Cultura. Fuente: Cubadebate (2025).



Alonso alineó a Cuba con una causa humanitaria legítima y necesaria, en un momento en que el conflicto en Medio Oriente y el avance de autocracias y populismos atraviesan las discusiones culturales internacionales. Sin embargo, su gesto se inscribe en una lectura parcial de la crisis global: ubica ciertos tipos de conflicto y autoritarismo en un solo extremo del espectro político, mientras elude la mirada sobre los mismos flagelos y prácticas represivas que, desde el otro, afectan a Cuba y a los regímenes iliberales erróneamente catalogados como “de izquierda”.



Violaciones de los derechos culturales en Cuba: artistas presos y censura

El propio Alonso, en su condición de máxima autoridad cultural en Cuba, acumula prácticas que contradicen su supuesta vocación democrática. Amplia repercusión tuvo la agresión que él mismo perpetró en enero de 2021 contra el periodista Mauricio Mendoza, cuando este cubría una protesta pacífica frente al Ministerio de Cultura. La manifestación, convocada por artistas e intelectuales que exigían diálogo y libertad de expresión, respondía a las promesas incumplidas de la institución que Alonso dirige. En esa jornada, fuerzas policiales detuvieron a periodistas y artistas presentes, y otros colegas denunciaron hostigamientos, vigilancia y cortes de comunicaciones para impedir la cobertura de la movilización.



Capturas de pantalla de denuncias de activistas durante jornadas represivas orientadas por el Mincult en La Habana. Fuente: X, @27Ncuba (2021), @norges14 (2021).



Esta operación represiva vendría como única respuesta tras el ninguneo del Ministerio de Cultura ante centenares de artistas, intelectuales y trabajadores de la cultura que reclamaban desde hacía meses un diálogo con la institución. En su defecto, la gobernanza cultural se escudó en las fuerzas de contrainteligencia y otros organismos del aparato estatal para conducir detenciones arbitrarias y actos de intimidación, intentando aplastar las demandas culturales del gremio.

Es importante señalar que casi una veintena de artistas cubanos se encuentran actualmente en prisión, con largas sentencias por causas comunes como “desacato” y otros cargos espurios o vinculadas a la seguridad nacional como “propaganda enemiga”; en muchos casos, arrestados y mantenidos por meses sin juicio. También se reportan amedrentamientos, golpizas y evasión del derecho a una atención médica comprometida.[3]

Además de las prisiones, en Cuba persisten otras formas de censura y coacción cultural: artistas vetados de galerías y escenarios, confiscación de obras con contenido político, restricciones de viaje, detenciones arbitrarias de corta duración para impedir performances críticos y la expulsión al exilio de voces críticas. Por ejemplo, como consecuencia de esa gobernanza “democrática” y “respetuosa de la paz y la inclusión” que asegura la delegación cubana en Barcelona, la amplia mayoría de los profesionales de la cultura que sufrieron sistemáticamente represión estatal en los últimos cuatro años no han tenido más salida que el exilio involuntario, vaciando al país de un talento en ascenso que, incluso en el exterior, son criminalizados por los medios estatales. 



Perfiles dedicados a Duannis León Taboada y Luis Ángel Cuza Alfonso. Fuente: ODC (2025).



Voces críticas en MONDIACULTt: denuncias de la sociedad civil internacional

En adición a lo expuesto, por su composición polémica y por un desarrollo más histriónico que pragmático, MONDIACULT 2025 se convirtió en escenario de críticas que lo señalaron como un evento de “buenas intenciones”, pero carente de decisiones vinculantes. El formato del encuentro fue también objeto de cuestionamientos, al programar de forma paralela —y a prudente distancia— las reuniones entre organizaciones internacionales, expertos y representantes de la sociedad civil, respecto a las sesiones oficiales de las delegaciones ministeriales. Esa disposición dificultó cualquier intercambio directo o reproche sustantivo, dejando en evidencia el carácter superficial de muchos de los debates.

Aún en paralelo, estos escenarios fueron exitosos en señalar las contradicciones entre las declaraciones de los gobiernos y sus prácticas autoritarias, tanto domésticas como transnacionales. En una de las mesas de debate, Alexandra Xanthaki, relatora especial de la ONU para los Derechos Culturales, denunció “graves violaciones de derechos humanos por parte de algunos países participantes”.[4] En su presentación, reprochó al ministro de Irán, por ejemplo, las condenas a muerte contra raperos y artistas en su país, y señaló a representantes de Vietnam y Georgia por reprimir la disidencia.

Este y otros señalamientos se emitieron en paneles alternos dedicados a la libertad artística, como “Cultural Rights Now: Voices at Risk, Access in Action”, coauspiciado por PEN International y Artists at Risk Connection (ARC). En consecuencia, varias de las organizaciones a cargo venían emitiendo declaraciones sobre Cuba con sistematicidad, asistidas en buena parte por la información recogida de manera exhaustiva por el Observatorio de Derechos Culturales. En ellas, han expresado preocupación por el recrudecimiento de la represión contra la libre expresión artística en la Isla y urgido por la liberación de los artistas presos, de los que Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel Castillo “Osorbo” son algunas de sus caras más visibles.



Imagen promocional del panel “Cultural Rights Now: Voices at Risk, Access in Action”. Fuente: Artist At Risk (2025).


Las denuncias de la sociedad civil internacional sobre la situación de los artistas presos y censurados en Cuba evidencian la brecha entre el discurso oficial y la práctica real, y ponen en entredicho la legitimidad del gobierno cubano para presentarse como garante de la cultura en MONDIACULT. Los asistentes a las mesas colaterales son conscientes de que “el gobierno cubano ha apuntado extensamente contra artistas y trabajadores de la cultura por ejercer su derecho fundamental a la libre expresión”. [5] Sin embargo, la organización del evento impidió que estas críticas tuvieran un canal de incidencia directa para interpelar a las delegaciones oficiales.

Esta orquestación del debate es bien conocida por la gobernanza cultural cubana que, por años, ha desviado la atención de los artistas presos en diversos foros internacionales con denuncias de supuestas agresiones contra la cultura cubanaprovenientes del extranjero. Esta ceguera parcial es tan conveniente como la intervención de la embajadora cubana ante la UNESCO, Yahima Esquivel, que en junio de 2023 repudió lo que calificó de “actos de corte fascista” contra artistas cubanos refiriéndose a las críticas y acciones de boicot de la comunidad cubana en la diáspora, emprendidas contra representaciones oficialistas fuera de Cuba. En esta reinterpretación tan manida, el gobierno cubano se presenta no como victimario de los artistas, sino como víctima de una “colonización cultural” foránea que persigue “la cultura de paz” de la Isla. 

El Observatorio de Derechos Culturales ha señalado durante sus trabajos anteriores la contradicción que emana en este punto: mientras La Habana reclama tolerancia y respeto para sus programas y voceros culturales afines, niega esos mismos valores de tolerancia y diálogo a los creadores críticos, dentro o fuera del país. La presencia de la delegación oficialista en MONDIACULT 2025 deja al descubierto este choque de narrativas en una estrategia cada vez menos convincente. Aunque las autoridades cubanas intenten proyectar una imagen positiva alineándose falsamente con los principios de la UNESCO, la creciente voz de la sociedad civil independiente, de la que ODC es parte, gana terreno para interpelar las falacias oficialistas y visibilizar las violaciones a la libertad creativa en la Isla.

Sin embargo, el Observatorio lamenta que tanto espacios internacionales de la cultura como organizaciones garantes de esta continúen validando, directa o indirectamente, las políticas culturales de La Habana al compartir espacios de discusión y diálogo que aportan legitimación, así como sus papeles en la evasión de los urgentes reclamos realizados por las organizaciones independientes cubanas.

El ODC continuará monitoreando los derechos culturales, estipulados en el documento final de MONDIACULT 2025como parte inseparable de los derechos humanos. Su firma supone un compromiso de todos los Estados participantes, incluyendo a Cuba, a promover entornos seguros y libres para la creación y la expresión artística. Por último, el ODC conviene en apuntar que, aun con los escollos dispuestos por gobiernos afines a La Habana, el escrutinio global sobre las prácticas autoritarias cubanas ha aumentado progresivamente. Los espacios como el tratado acá, antes blindados por Cuba, están siendo más porosos y agudos en la exposición de casos de censura cultural. 

Para el Estado cubano, el trabajo e incidencia de organizaciones como el ODC continuará representando un desafío diplomático, en la medida en que expongan el doble rasero en materia de libertades culturales. Por ello, el Observatorio exhorta a fortalecer el compromiso cívico en la denuncia de violaciones de derechos socioculturales en el país y en el acompañamiento a las iniciativas que sobreviven bajo administraciones autocráticas.





Notas:
[1] https://www.lavanguardia.com/cultura/20251001/11118133/mondiacult-declaracion-unesco-cultura.
[2] https://www.elperiodico.com/es/ocio-y-cultura/20250929/inauguracion-mondiacult-2025-barcelona-pedro-sanchez-salvador-illa-unesco-ernest-urtasun-jose-manuel-albares-122053951.
[3] Para más detalles consultar la actualización del Observatorio en: https://hypermediamagazine.com/sociedad/actualizacion-de-la-campana-de-artistas-presos-en-cuba-i/
[4] https://www.lavanguardia.com/cultura/20251001/11118133/mondiacult-declaracion-unesco-cultura.html.
[5] https://artistsatriskconnection.org/statement/arc-urges-cuban-government-to-include-artists-in-prisoner-release/.