El embargo estadounidense no tiene nada que ver

Esta semana, el voto en las Naciones Unidas sobre el embargo de Estados Unidos contra Cuba era, inevitablemente, a favor de la condena.

Para la mayoría de los países, votar para condenar la larga política exterior de Estados Unidos hacia Cuba no es una decisión difícil. Hacerlo, permite a países con historias imperialistas asimismo atroces, como Francia, afirmar su superioridad moral. 

Un voto en contra de Estados Unidos también permite que una serie de países cuyos propios historiales de apoyo a los Derechos Humanos, o de colaboración con las corporaciones capitalistas multinacionales, aparezcan como mucho más socialmente democráticos, mucho más izquierdistas, incluso mucho más socialistas de lo que son o podrían ser. 

Sin embargo, durante las seis décadas que el Partido Comunista ha gobernado Cuba, ha colaborado con las corporaciones capitalistas multinacionales y ha socavado a sabiendas la capacidad del pueblo cubano de ser capitalista por sí mismo, incluso en la más pequeña de las escalas. 

Durante las últimas tres décadas, Cuba ha importado la enorme cantidad de productos agrícolas que consumen los cubanos, a pesar de la legendaria fertilidad de los suelos cubanos, por no hablar de la inmensidad de la propia Isla. Hoy en día, Cuba importa más de 80% de sus alimentos. 

La sencilla razón de esto no tiene nada que ver con el embargo de Estados Unidos. Se debe a que el gobierno cubano controla tanto los recursos necesarios para cultivar como la propiedad de más de 80% de la tierra cultivable de Cuba. 

A pesar de las limitadas reformas postsoviéticas, los empresarios campesinos siguen llenando las cuotas de cultivo, aunque estas se destinan a alimentar a los turistas extranjeros en los hoteles propiedad del Gobierno y no a los cubanos de a pie. La mayoría de los cubanos dependen de las raciones de alimentos del Gobierno, al igual que en 1962, cuando se instituyó la libreta, para simplemente comer y salir adelante. 

¿Por qué Cuba no puede ser autosuficiente en productos alimenticios como los frijoles y las frutas y verduras frescas, como lo era antes de que Fidel Castro y el Partido Comunista tomaran el control del Estado revolucionario democratizador que los cubanos fundaron en 1959? 

El embargo estadounidense no tiene nada que ver con las razones por las que Cuba no puede alimentarse. Hoy en día, los tubérculos autóctonos asociados durante mucho tiempo a la dieta de los pobres, como la yuca y la malanga, no forman parte de la ración, sino que son lujos que rara vez comen la mayoría de los cubanos. Es decir, los pobres.

La política interna de los dirigentes cubanos tiene toda la culpa. Los dirigentes cubanos de hoy, como los de ayer, prefieren que los cubanos dependan económicamente del Estado para poder controlar políticamente sus decisiones, acciones y actitudes públicas.

Es una vergüenza que las Naciones Unidas ayuden al Partido Comunista de Cuba y a las Fuerzas Armadas Revolucionarias —que controlan su sector turístico y las inversiones extranjeras— a sostener la ficción de que los cubanos pasan hambre y huyen del país por culpa del imperialismo estadounidense. 

Mientras el voto de la ONU contra el embargo de Estados Unidos sirva al Estado cubano y sirva a la mitología de que el socialismo realmente existe en Cuba, nunca habrá ni verdadero socialismo de pueblo ni verdadera democracia política en la Isla.


Lillian Guerra, Universidad de Florida.




In English:


The US Embargo has nothing to do with it

Lillian Guerra

Shame on the UN for helping to sustain the fiction that Cubans go hungry and flee the country because of US imperialism.






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