Del desfile del primero de mayo brotaban gritos. La mujer vestida de cocinera me había descorrido el zíper del pantalón y acariciaba mi pene con lenta voracidad. ¿Eres un tipo?, le pregunté.
Del desfile del primero de mayo brotaban gritos. La mujer vestida de cocinera me había descorrido el zíper del pantalón y acariciaba mi pene con lenta voracidad. ¿Eres un tipo?, le pregunté.