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Jorge Ferrer

Del diálogo y las palabras

De muchas cosas se puede hablar con los funcionarios castristas. De muchas, menos de una, solo una: de la dictadura, precisamente. Porque la dictadura no habla de la dictadura. Y menos en torno a una mesa de “diálogo”. En una fascinante pirueta intelectual: la dictadura es el único tema tabú de la dictadura.

Armando Chaguaceda

A los pies del poeta

La emergencia del campo cultural político soviético.
Hace exactamente 55 años, el 5 de diciembre de 1965 se produjo, a los pies de la estatua de Pushkin en la plaza homónima de Moscú, la primera manifestación pública autónoma en la Unión Soviética postestalinista. La esfera cultural se convertía en el último refugio y primera trinchera para la oposición al régimen.

Terror

La sociedad del terror

Para esto organizan arengas y mítines patrióticos de manera “espontánea”, con días y a veces meses de antelación, o inventan una Constitución, un código-ley o un país que no cumple las expectativas de nadie, ya que el fin último del terror-todo es que el otro acepte el temor propio como parte del miedo general.

Ai weiwei

¿Ai Weiwei en Cuba?

Aludir a nuestros artistas políticos con un simple “efecto Ai Weiwei”, en nombre de una impostada visión global, es una hipocresía y un deseo de caerle en gracia a los funcionarios que han expulsado de la república del arte cubano a Tania Bruguera o a Luis Manuel Otero Alcántara, entre otros que cultivan el desacato al régimen.

Gorki Águila

Los nietos de Guillermo Tell

He sido profesora de artistas como Tania Bruguera y Luis Manuel Otero Alcántara. Quizás he aprendido de ellos más de lo que ellos han aprendido de mí, porque su forma de acercar el arte a la vida no ha quedado en el campo artístico, sino que se ha extendido hacia el servicio social.

Abisay Puentes

Abisay Puentes: La manzana en la cabeza

Abisay Puentes, en la distancia, que es también la mía, pinta cada día. Y lo hace del mismo modo que escribo yo: regido por el signo de la inequívoca conexión con ese lugar de origen que, para bien y para mal, ha marcado nuestras vidas como un tatuaje indeleble que sangra, que sangra siempre.