“Me sentía preocupada por la vida política de mi país y también por el tono gris que, como fantasma del pasado, amenazaba la vida cultural; decepcionada por la incapacidad del Gobierno; atribulada por los problemas económicos como todo cubano”.
“Me sentía preocupada por la vida política de mi país y también por el tono gris que, como fantasma del pasado, amenazaba la vida cultural; decepcionada por la incapacidad del Gobierno; atribulada por los problemas económicos como todo cubano”.