Ambos, el comandante y el cineasta en jefe, se agarran a las asas atroces de la campana para no dejar pasar sus quince quinquenios de fama en nuestra infamia nacional.
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Ping pong fuera
Miren esos ojos, compañeros, perdidos en la luz de la ventana o los raquetazos del Jefe. Destilan presencia y orgullo. Son biología hecha voluntad. Irradian ideas de un futuro con ínfulas de inmortalidad. Todo pulcro, todo positivo: fe, fuerza, fascismo.
Carne de UMAP
El fotógrafo norteamericano Lee Lockwood es el culpable clave en esta tragedia. Su lente los está delatando a las autoridades. Su arte de periodista profesional norteamericano acaba de desgraciar a seis familias cubanas.
La urna
¿Por qué está tan fría?, ¿dónde están sus pies? (ocultos bajo un embalaje blanco que incorporaba el ataúd), ¿ahora qué toca hacer?
Yenisleidy bañada en oro
Imagino se sienta bien presionar con todo tu peso a una mujer de ciento y pocas libras.
Cumpleaños de cristal
Eran los años 70 del socialismo cubano. La miseria aún no conseguía convencernos de ser miserables. Era demasiado pronto todavía. Recién acabábamos de nacer y nuestros padres apostaban por una generación más, por favor, una más. Antes de reconocerse tristes de remate, con esa tristeza tan típica de las utopías.
Suástica sentimental
Podría ser La Lupe, poco antes de exiliarse hacia su ‘larghetta e spiritosa’ conversión evangélica. O Daisy Granados, que apenas estrenaba su carrera como diva del Titóntalitarismo insular. En cualquier caso, es idéntica a una de esas ninfas analfabetas que pululan por las novelas trestristestigresinas de Guillermo Cabrera Infante.
Los Marlins de Marianao
Fidel mandó a parar la diversión de la democracia. Y los cubanos caímos bajo el peso del deber de la dictadura.
Texas on My Mind
Ahí lo vemos de nuevo hoy. Fidel Castro libre y joven para siempre. Actuando para las cámaras y micrófonos, ahora nada menos que en Texas, en la primavera de 1959. Abril es el mes más amable.
‘Lost with Zoe in the Milky Way’
Ella, con sus huesos de gacela, era la presa perfecta. Aunque puede que solo fuera su estrategia, no sé. Hay animales que prácticamente se dejan cazar, pero es solo una estrategia para engañar a la fiera. Para fascinarla.