Capítulo 5
Orlando Luis se reía de su ocurrencia, que en realidad no era más que un pobre plagio de Ángel Escobar, que en realidad no era más que un pobre poeta chileno que se exilió a golpe de pinga y esquizofrenia en Santiago de La Habana.
Etiqueta: Orlando Luis Pardo Lazo
Uber Cuba 0113
Sentado tras el volante, muerto de tedio en mi taxi Uber, pienso en la tragedia en cámara lenta de que, poco a poco, con el paso de las águilas por los cielos silentes del exilio cubano, hasta el lenguaje se nos ha comenzado a cansar.
¿Se esconden los policías dentro de un baño?
Vigilar y luego castigar, y de paso inocular una imagen en la memoria colectiva. Adoctrinar y disciplinar al proletariado. ¿Quién, en Cuba, anda por ahí ajeno a las cámaras de vigilancia?
Uber Cuba 0112
Viajé a Los Angeles para presentar una ponencia en uno de esos congresos que los blancos norteamericanos se inventan para parecer menos blancos: “Primer Simposio Revolucionario de Justicia Social y Dignidad Literaria”.
Esta no es la novela de la Revolución
Capítulo 4
No sería de extrañar que esos oficiales ni siquiera supieran el nombre de Orlando Luis Pardo Lazo. Para ellos, el cubano que se llevaban en la patrulla era un Don Nadie, otro de los incontables don nadies que la Seguridad del Estado secuestraba a diario.
Esta no es la novela de la Revolución
Capítulo 3
Patio interior del Ministerio de Cultura. Patíbulo intimidatorio del Ministerio del Interior: espacios estériles para Orlando Luis, metáforas miserables del Ministerio de la Verdad.
Esta no es la novela de la Revolución
Capítulo 2
―Mica ―Orlando Luis le gritó a su vecina desde la cama, sin importarle que pudieran oír su grito al otro lado de la línea, en la redacción periodística de La Gaceta Intereconomía, NTN24 o Radio Martí―, diles que me mataron, por favor. Diles que ya me fui del país.
La Generación Cero no funciona ni siquiera para nosotros
No hay de qué quejarse. Este no es país para lloricas. En estas memorias apócrifas inoculo un trozo de un himno de combate de Tata Güines: “Tápale la boca a ese perico que está llorando”, relacionándolo con un discurso donde Fidel Castro se responsabiliza del desastre de la Zafra de los Diez Millones.
Con dos que se quieran… ya tenemos Generación Cero
Necesito unos segundos de reflexión para tratar de explicarles qué diablos pasa con los narradores de la Generación Cero y por qué muchos de sus libros me parecen de una ridiculez inenarrable. Digamos que se trata de textos que no tienen o no conducen al clímax. O como también se le conoce en el CENESEX: “templar sin venirse”. Lo de la Generación Cero es la narrativa tántrica.
Esta no es la novela de la Revolución
Capítulo 1
«Le daba grima pensar en las hipócritas necrológicas online que después le dedicarían Yoani Sánchez y Dagoberto Valdés, por ejemplo. No quería verse convertido en otro mártir de mentiritas o en el nombre de una ONG en Washington DC que fuera a patrocinar el concurso cívico Orlando Luis Pardo Lazo in memoriam, con fondos del Departamento de Estado».