Los periodistas cubanos suelen secuestrar todos los debates verdaderamente provechosos para ellos, con el extraño fin de proseguir empantanados en la onerosa tierra de nadie en la que han estado hasta ahora.
Los periodistas cubanos suelen secuestrar todos los debates verdaderamente provechosos para ellos, con el extraño fin de proseguir empantanados en la onerosa tierra de nadie en la que han estado hasta ahora.