El vestido que la primera dama exhibió en la recepción oficial ofrecida a los Reyes de España, no puede estar, como se ha dicho, inspirado en las líneas del vestido guayabera “clásico”, pues tal traje no existe. Con relación al ropero de Cuesta Peraza y su papel simbólico, a la estructura patriarcal cubana, al diseño nacional y a la historia de la moda en la Isla, hay bastante tela por donde cortar.