La pintura de Richar Vico parece poseída por una tridimensionalidad escultórica; sus lienzos son un entramado en el cual, quien va abriéndose paso, solo tiene garantizada la ausencia de una finalidad.
La pintura de Richar Vico parece poseída por una tridimensionalidad escultórica; sus lienzos son un entramado en el cual, quien va abriéndose paso, solo tiene garantizada la ausencia de una finalidad.