La gelatina de Lovecraft y el coágulo del monstruo de Giger acentúan su índole queer en un homenaje-intervención de Luca Guadagnino: Suspiria contiene una de las secuencias de brujería más impactantes del cine de hoy, lo femenino es el arma que se empuña contra los hombres y su milenaria culpabilidad.